En territorio mexiquense se prepara una gran variedad de platillos, algunos contemporáneos, otros prehispánicos y muchos más tradicionales, que hacen de la entidad un destino gastronómico único.
Muchas veces el secreto de la sazón son los utensilios de cocina; no tienen el mismo sabor los frijoles cocinados en una olla de barro que en una de metal, por ello, estos implementos de cocina que elaboran las y los artesanos mexiquenses marcan diferencia en las cocinas del estado y del país.
Dan color y vida, algunos se remontan a tiempos prehispánicos, como el metate, que se utiliza en algunos hogares para moler el maíz o el molcajete, en el que se realizan múltiples salsas.
La tradición de producir y utilizar artesanías de barro en la cocina, proviene de años antes de la Conquista, ya que las culturas asentadas en el Estado de México elaboraban sus vasijas y, a la llegada de los españoles, combinaron estilos prehispánicos y europeos.
Actualmente hay diversos artículos realizados de variados materiales, como las cazuelas, ollas, jarras, jarros y comales, hechos con barro lisado, vidriado y libre de plomo.
La cerámica de alta temperatura es elegante por sus texturas, se crean un sinfín de piezas como las vajillas, licoreras, tazas o platos.
Un elemento presente en la cocina son utensilios elaborados con fibras vegetales como palma, mimbre u ocoxal, para dar vida a increíbles artesanías como tortilleros, canastas o chiquihuites. Las palas, rodillos, cucharas y molinillos forman parte de lo elaborado con madera.
El Instituto de Investigación y Fomento de las Artesanías del Estado de México (IIFAEM), invita a conocer y a consumir lo hecho en la entidad, a través de sus tiendas Casart y sus redes sociales, en Facebook y Twitter, @iifaem.