Con alegría y el compromiso de continuar ofreciendo al público mexiquense y turista una alternativa de entretenimiento, diversión, conocimiento y sana convivencia, el Gobierno del Estado de México celebra los 35 años de vida del Centro Cultural Mexiquense (CCM).
Por ello, la Secretaría de Cultura y Turismo realizó una ceremonia en la que estuvieron presentes la titular de la dependencia, Marcela González Salas, Emilio Chuayffet Chemor, secretario de Educación en la época en que se inauguró el CCM, e Ivett Tinoco García, directora general de Patrimonio y Servicios Culturales.
La responsable de Cultura y Turismo de la entidad agradeció a quienes laboran en esta institución por el trabajo diario que hacen, porque cada minuto invertido en la cultura y el deporte, es un minuto que se quita a la violencia; eso es lo que ha hecho este Centro Cultural desde hace 35 años, dijo.
Por su parte, Chuayffet Chemor compartió algunas anécdotas de la creación de este Centro Cultural y el entusiasmo que se vivió hace 35 años, cuando, siendo gobernador Alfredo del Mazo González, se decidió regalar al Edoméx un espacio digno para disfrute de la cultura y el arte.
Así, en presencia de exdirectores del Instituto Mexiquense de Cultura, se recordó la importante labor que realiza el CCM y los alcances que ha tenido al recibir a personalidades a nivel internacional, muestras que han maravillado al público y muchos festivales y encuentros culturales que permiten el crecimiento de la capital.
Posteriormente, las y los visitantes realizaron un recorrido por las exposiciones que inauguraron los museos que dan identidad a este complejo cultural, comenzaron por el Museo de Arte Moderno, que invitó a conocer “Joyas de la Colección del Museo de Arte Moderno”, en la cual podrán admirar obras de David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, Francisco Zúñiga, Rufino Tamayo, Fermín Revueltas, Manuel Rodríguez Lozano, Gerardo Murillo “Dr. Atl”, Sebastián, Vicente Rojo y José Luis Cuevas.
Esta muestra cuenta con verdaderos tesoros que son patrimonio cultural de las y los mexiquenses y se expresa a través de lo anecdótico de las obras maestras entre las y los artistas, la colección e, incluso, la conformación del espacio.
Además, este recinto estrena una Sala permanente con el nombre “Daniel Báez Bonorat. Acantilados de la memoria”, un pintor que mucho ha aportado a la cultura de nuestro estado.
De igual forma, recorrieron el Museo Hacienda La Pila, con la exposición “Grandes Obras del Arte Popular”, la cual tiene como objetivo dar a conocer la riqueza y grandeza de las artesanas y los artesanos, mediante hermosas piezas que dan forma a nuestras tradiciones y que son patrimonio cultural de la humanidad.
Una parte del acervo fue seleccionado por el maestro y coleccionista de arte popular Roberto Montenegro (1887-1968), proviene del Museo de Arte Popular inaugurado en el año de 1944, hasta que se trasladó al Centro Cultural Mexiquense, en 1987.
En el Museo de Antropología e Historia se inauguró Tiempo de la Patria Chica: Miradas a la Arqueología Mexiquense, la cual busca enaltecer el patrimonio arqueológico de la entidad, a través de 125 piezas divididas en siete núcleos temáticos: Inicio del tiempo mexiquense, El mundo natural, La figura humana, Símbolo de estatus, Vida cotidiana, Música ritual y religión, así como Ser mexiquense.
Motivo importante de esta celebración es recordar que este recinto ha sido visitado por personalidades como María Félix, también conocida como La Doña o María Bonita, quien visitó el Museo de Arte Moderno para dar una conferencia de prensa de la “Cuando la danza se vuelve rito: los indios de México”, de Antoan Tzapoff, y para recordar aquel momento, la Cineteca Mexiquense estará proyectando películas como La diosa arrodillada y Enamorada.
También anunciaron que el próximo viernes 29 de abril, la Biblioteca Pública Central Estatal abrirá sus puertas a la exposición “Voces de pergamino. 35 tesoros bibliográficos del Fondo Reservado de la Biblioteca”, piezas que pertenecen al Fondo Antiguo del Fondo Reservado, el cual está integrado por obras valiosas de los siglos XVII y XVIII, impresas tanto en España como en sus colonias americanas.
El valor artístico y literario de las ediciones, con glosas, capitulares y letras de molde, rótulos y marcas de fuego, muestran que la edición editorial fungía como guardián del conocimiento y reaviva la importancia del libro en el desarrollo cultural de la Nueva España.