EUGENIO BARBA NO DEJA DE SER UN ROMÁNTICO DEL TEATRO
En el siglo XX surgieron varios de los más importantes autores de técnicas teatrales, que revolucionaron el concepto y las formas de ver y actuar sobre un escenario. Alguno de esos personajes son Konstantin Stanislavski, Vsévolod Meyerhold, Jacques Copeau, Bertolt Brecht y Eugenio Barba. El último es el creador del concepto Antropología Teatral y fundador del Odin Teatret, a partir del cual también abrió la Escuela Internacional de Antropología Teatral (ISTA, por sus siglas en inglés). Este el director escénico ha dedicado más de 60 años de su vida a pensar el arte escénico y darle un sentido con resultados concretos y reconocidos en el mundo moderno.
Los principios de esta técnica se encuentran sobre todo en el libro Más allá de las islas flotantes (1986). En el volumen, Barba explica que “la Antropología Teatral es el estudio de comportamiento escénico pre-expresivo que se encuentra en la base de los diferentes géneros, estilos y papeles, y de las tradiciones personales o colectivas”, y continúa “al leer la palabra ´actor´, se deberá entender ´actor-y-bailarín´, sea mujer u hombre; y al leer ´teatro´, se deberá entender ´teatro y danza´.
“En una situación de representación organizada, la presencia física y mental del actor se modela según principios diferentes de aquellos de la vida cotidiana. La utilización extra-cotidiana del cuerpo-mente es aquello que se llama ´técnica´.
“Las diferentes técnicas del actor pueden ser conscientes y codificadas; o no conscientes pero implícitas en el quehacer y en la repetición de la práctica teatral. El análisis transcultural muestra que en estas técnicas se pueden individualizar algunos principios-que-retornan. Estos principios aplicados al peso, al equilibrio, al uso de la columna vertebral y de los ojos producen tensiones físicas pre-expresivas. Se trata de una cualidad extra-cotidiana de la energía que vuelve al cuerpo escénicamente ´decidido´, ´escénico´, ´creíble´; de este modo, la presencia del actor, su bios escénico, logra mantener la antes del espectador antes de transmitir cualquier mensaje. Se trata de un antes lógico, no cronológico”.
Eugenio Barba nació en 1936 en el pueblo de Gallipoli, sur de Italia, y vivió intensamente la cultura popular de su familia y su región. Perdió a su padre durante la Segunda Guerra Mundial y en 1954 emigró a Noruega con el fin de convertirse en soldador y marinero. A la par se graduó en la Universidad de Oslo en literatura francesa y noruega, así como historia de las religiones. En 1961 se trasladó a Polonia para estudiar en la Escuela Estatal de Teatro de Varsovia, pero pronto la abandonó para unirse a Jerzy Grotowski, creador del concepto de Teatro Pobre y quien dirigía el Teatro de las 13 Filas, en Opole.
En 1963 viajó por la India y pronto se hizo un conocedor de las formas escénicas asiáticas. De regreso a Noruega quiso ser director teatral pero su condición de inmigrante se lo impidió, por lo que en octubre de 1964 fundó el Odin Teatret junto con un grupo pequeño de actores que habían sido rechazados de la Escuela Estatal de Teatro, con quienes desarrolló una forma de aprendizaje basado en ejercicios físicos y vocales, la simiente de la Antropología Teatral. Su primera obra fue Ornitofilene, del noruego Jens Bjorneboe, que se presentó en Noruega, Suecia, Finlandia y Dinamarca. En el último país, el pequeño pueblo de Holstebro les dio en 1966 un pequeño espacio para su proyecto.
Este sitio es desde entonces es el epicentro mundial del Odin Teatret y la ISTA, donde Barba ha dirigido 77 producciones junto con el grupo intercultural Theatrum Mundi Ensemble, como se puede leer en la página oficial del proyecto escénico.
La primera visita al país de Barba fue en 1984 y desde entonces ha estado varias veces en México, país que le inspira, como lo ha reconocido. Hace unos regresó para presentar el trabajo escénico Ave María, a cargo de la actriz inglesa Julia Varley, un homenaje a la actriz chilena María Cánepa; dar a conocer su más reciente libro publicado en español, La luna surge del Ganges. Mi viaje a través de las técnicas de actuación asiáticas, y ofrecer la conferencia Pensando en acciones, al lado de la misma Varley.
Durante el último, pensado inicialmente para cuatro horas pero que se extendió hasta casi cinco, Barba, apoyado por Varley, ofreció un resumen de la génesis de la Antropología Teatral. La charla fue práctica y los asistentes al Teatro Helénico, más de 400, lo que habla del interés por escuchar a este transformador del arte escénico, sobre todo si se toma en cuenta que el acceso tuvo un costo, vieron como la actriz inglesa explicó primero su bios escénico y luego realizó una serie de ejercicios, de movimientos aparentemente improvisados y vocalizaciones. En la práctica, la técnica creada por Barba.
De entrada, dijo que su concepción es que todos los humanos somos creativos y que la creación en un proceso químico-eléctrico que posteriormente se vuelve social, al llevarse al público. Lo mismo ocurre con el actor y con el director de escena, descubrimiento al que se suma que para captar la atención del espectador y mantenerla, se necesita de una cadena de acciones diferentes, en la que intervienen movimiento corporal, voz y hasta objetos que se utilizan sobre el escenario, desde el vestuario hasta otros externos, como instrumentos musicales y demás.
Sus conocimientos sobre el arte escénico asiático, como la danza-teatro Kathakali de la India, le enseñó que la exageración de gesticulación y movimientos del cuerpo son partes necesarias para atrapar la atención del espectador y generar una reacción en él, lo cual es el objetivo de este arte.
A lo largo de la historia del teatro, anotó, han dominado diferentes técnicas de actuación, y en Francia un grupo de actores desarrolló una realizada no a través de la inspiración de sentimientos sino de tres elementos: texto, voz y cuerpo. Ese fue el principio del Odin Teatret, explicó, al anotar que según sus principios debe haber la incorporación total del cuerpo y voz en la experiencia escénica, cuerpo entrenado por una serie de ejercicios necesario para obtener los resultados deseados. No hay improvisación, ésta es resultado del entrenamiento.
Barba resaltó que desde que puso en práctica su técnica le dio mucha importancia a la voz y es por eso que en el Odin Teatret también se realizan ejercicios para ella, que incluyen subir y bajar el tono, emitir ruidos fuera de lo común, imitar animales, recitar una línea o un poema mientras se hacen movimientos o se come una manzana, entre otros.
Así continuó la charla ofrecida por Barba, en la que también habló de la ocupación o utilización del espacio escénico, de la tensión, el conocimiento tácito, la cinestesia y otros conceptos más, con el único propósito de despertar el interés del público y generar una reacción en él. Sin embargo, anotó en un momento, concepciones como las que se tienen en el Odin Teatret están despareciendo. Al final, dejó en claro que más considerarse un discípulo de Grotowski ha tenido en los actores a sus mejores maestros.
De esa forma el más reciente paso de Eugenio Barba por México, generador de una de las estudiadas y utilizadas concepciones y técnicas teatrales del último medio siglo en todo el mundo.
NTX/LIT/19