La Secretaría de Cultura y Turismo del Estado de México, a través del Museo de Bellas Artes, presenta la obra de arte titulada “La muerte tolerada, no aceptada”, perteneciente al último núcleo de la exposición “Rafael Coronel sin máscara”, dedicado a las tradiciones de Día de Muertos.
Esta colección es un homenaje póstumo a este artista mexicano, considerado uno de los más grandes del siglo XX en el país, donde las piezas incluidas en esta exposición son poco conocidas, tenían décadas sin ser vistas o incluso algunas de ellas son exhibidas por primera vez.
“Es un artista audaz, un artista al que le gusta experimentar con diversas técnicas, con crayolas, acrílicos, óleos, técnicas mixtas, y eso nos lleva a una dimensión diferente de la que ya conocemos de Rafael Coronel”, refirió Lourdes Malagón, directora del Museo de Bellas Artes.
Este artista hizo de sus obras un medio de gran impacto, ya que habla de la desigualdad social, de las injusticias y de personajes que son minimizados, excluidos o visibilizados, los toma y convierte en los personajes principales de sus cuadros.
Para los mexicanos, la muerte es un tema de tradición y de fiesta, algo que crea identidad con la muerte, es por ello que “La muerte tolerada, no aceptada”, trata de la muerte desde diversas perspectivas plásticas, contando algunas de ellas con la influencia de la famosa Catrina de José Guadalupe Posada.
“También se ve la inspiración al momento de plasmar la muerte en las figuras prehispánicas, principalmente con su colorido característico buscando las raíces mexicanas y evidentemente al hablar de la muerte lo hace a través de la calavera o el esqueleto de Posada” expresó Lourdes Malagón.
Dentro de este núcleo también se encuentra “Tacubaya, la muerte de la libélula”, una de las más importantes de la colección, ya que fue exhibida en el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México, para posteriormente concursar en la I Bienal Internacional de Pintura Figurativa de Tokio, Japón, donde ganó el primer lugar en 1974.
Esto le permitió un reconocimiento de talla internacional, e impulsó su carrera en la plástica mexicana, dándolo a conocer desde muy joven y exponiendo de manera consecutiva e individual en Nueva York, Miami y Europa.