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Sobrevive la cocina tradicional nahua en la Cuenca del Alto Lerma

La Subsecretaría de Turismo, a través del Instituto de Investigación y Fomento de las Artesanías del Estado de México (IIFAEM), presentó el conversatorio “La cocina de los pueblos de origen nahua de la Cuenca del Alto Lerma: un espacio para la permanencia y temporalidad”.

Por medio de las redes sociales, Facebook y Twitter, en @CulturaEdomex, el conversatorio fue impartido por el Chef David Enrique Arango Torres, dedicado a la investigación y rescate de la comida tradicional mexicana.

La Cuenca del Alto Lerma se divide en tres grandes espacios. El primero, Curso Alto del Río Lerma, el cual incluye el mayor número de municipios, ellos son: Almoloya del Río, Atizapán, Calimaya, Capulhuac, Chapultepec, Joquicingo, Lerma, Metepec, Mexicaltzingo, Ocoyoacac, Otzolotepec, Rayón, San Antonio La Isla, San Mateo Atenco, Temoaya, Tenango del Valle, Texcalyacac, Tianguistenco, Toluca, Xalatlaco, Xonacatlán y Zinacantepec.

El segundo, Curso Medio del Río Lerma, en el cual se asientan Almoloya de Juárez, Atlacomulco, Ixtlahuaca, Jiquipilco, Jocotitlán, Morelos, San Felipe del Progreso y San José del Rincón.

El tercer espacio es el Curso Bajo del Río Lerma, donde se encuentran Acambay, El Oro y Temascalcingo.

“La cuenca sufre una terrible degradación ecológica que la está llevando a su extinción, derivado del desconocimiento y descuido de los habitantes, la sobrepoblación y la industrialización”, dijo.

De igual forma, refirió que “los antiguos habitantes de la cuenca tuvieron una intensa forma de vida lacustre, misma que surgiría como un modo de subsistencia, además de haber sido habitada por grupos indígenas.

“Hoy por hoy, sobrevive la cocina tradicional de la cuenca, en la que se preparan deliciosos platillos que, a través de varios métodos de cocción, deleitan los paladares; algunos de ellos son charales, ranas, carpas, acociles, entre otros.

“Estos siempre van acompañados de productos de la milpa como maíz, calabazas, quelites, habas, papas y chivatos. Entre las bebidas típicas no puede faltar la bebida de los dioses, el pulque”, detalló.

Las familias aún se reúnen para la elaboración de estas exquisitas comidas utilizando el fogón, utensilios de barro como cazuelas y ollas, molcajete de piedra volcánica, palas y cucharas de madera. Finalmente, David Arango invitó a fomentar e impulsar la cocina tradicional y preservar los conocimientos artesanales de los antepasados, con sus respectivas técnicas.

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