La riqueza artesanal de la entidad mexiquense es tan amplia que se refleja en cada una de las artesanías realizadas en este territorio.
Por ello, las primeras manifestaciones artesanales en el municipio de Temoaya fueron la elaboración de ayates, fajas, chincuetes y sarapes en telares rudimentarios de herencia prehispánica, mismas que hoy en día, debido a la materia prima como fibra de maguey y lana de borrego ya no se elaboran por los cambios en las actividades terciarias de la región, los habitantes han dejado de sembrar maguey y dedicarse a la ganadería y a la artesanía.
El origen de la elaboración de los tapetes fue en 1969 por iniciativa del gobierno mexicano que mandó a unos maestros a enseñar a los artesanos la técnica de anudado indio y un notable grupo de mujeres decidió aprenderlo e implementarlo en su trabajo.
Por ello, en poco menos de tres años, la mayoría de artesanos de la localidad ya dominaba la técnica de anudado, fue entonces cuando decidieron integrarse a la empresa Tapetes de México, patrocinada por el Banco de México, a cargo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, así como el Gobierno mexicano.
Actualmente, los tapetes son creados por manos otomís, de inconfundible simbolismo en sus representaciones, de colorido único que destacan del resto de tapetes del mundo.
Su manufactura se hizo posible gracias a la habilidad de artesanas y artesanos para tejer prendas de lana, lo cual facilitó la actividad y llevó a que los habitantes se dediquen a la elaboración de tapetes.
Los materiales usados en el tapete son lana Lincoln importada de Argentina, Australia o Nueva Zelanda e hilaza de algodón.
La magia del proceso para elaborar un tapete inicia desde poner la trama, montar en el telar de alto liso en forma vertical, anudar, tejer el diseño previo, rasurar, hacer el fleco y lavar, es así como está listo para salir al mercado.
Este arduo trabajo requiere paciencia, experiencia y destreza, aproximadamente cada metro cuadrado de tapete tiene 140 mil nudos hechos a mano, para terminar un tapete de un metro cuadrado se necesitan 40 días con jornadas de ocho a nueve horas de trabajo.
El tapete de Temoaya se caracteriza por ser de alta calidad con una duración mínima de 50 a 100 años, destacando iconografía de etnias del Estado de México.
En ese sentido, el Instituto de Investigación y Fomento de las Artesanías del Estado de México (IIFAEM), invita a conocer el trabajo que realizan maestras y maestros del arte popular mexiquense.
Para adquirir una pieza pueden visitar las Tiendas de Artesanías Casart, que además tienen a la venta artículos de las 13 ramas artesanales con las que cuenta la entidad.