La compra y manutención de un automóvil se convierte en el segundo gasto más importante para los hogares mexicanos, sólo por debajo de lo que se destina para comprar alimentos, bebidas y tabaco.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la adquisición, servicio y compra de accesorios vehiculares representa 14.5 por ciento del gasto familiar, monto superior a lo invertido, por ejemplo, en educación, vivienda y servicios.
La preferencia por el automóvil despuntó en las últimas décadas, en 1990 circularon 75 unidades por cada mil habitantes, en 2000 el número fue de 101, diez años después la cifra alcanzó 185 vehículos, según los últimos datos del Inegi.
Cifras de la industria automotriz reflejan este conteo, en 1990 se comercializaron más de 523 mil autos, subió a 853 mil en el año 2000, la cifra bajó a 821 mil en 2010, producto de la crisis económica internacional del 2009, sin embargo en 2006 tres años antes de este evento, las ventas fueron de un millón 139 mil automotores.
Para 2015 el mercado mostró un récord histórico con un millón 351 mil unidades, 2.5 veces más que en 1990.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), del gasto que se hace en transporte, 44 por ciento se destina a la compra de accesorios automotrices, mantenimiento y combustibles, 15 para la adquisición de motores cero kilómetros.