El Fondo Monetario Internacional (FMI) destacó la determinación del Gobierno Mexicano por utilizar la Línea de Crédito Flexible (LCF) otorgada por el organismo como uno más de los escudos financieros para salvaguardar la estabilidad macroeconómica.

Al presidir la apertura de los trabajos de la reunión de primavera de la institución, la directora gerente, Christine Lagarde, resaltó el manejo prudente de México de la LCF para considerar el uso de dichos recursos para contrarrestar periodos de contingencia.

“Es realmente uno de los buenos ejemplos sobre cómo utilizar un instrumento de prevención de una manera inteligente, para poder mantener el objetivo de sus políticas macroeconómicas”, detalló.

La LCF del FMI, contratada por el Gobierno Mexicano por el importe de 65 mil millones de dólares en repetidas ocasiones ha sido referida por Agustín Carstens, gobernador del Banco de México (Banxico), como uno de los soportes financieros del país para asegurar en la actualidad la estabilidad de la moneda mexicana en conjunto con las reservas intencionales del país que ascienden según el último corte a más de 177 mil millones de dólares.

Si bien Lagarde precisó que la LCF no es tan significativa en cuanto a monto, elogió las condiciones que mantiene México para calificar la renovación del instrumento.