Petróleos Mexicanos (Pemex) avanza en saldar su deuda, pero todavía le falta ejecutar todo un plan de reconversión y eficiencia en sus subsidiarias, para hablar de una evolución en sus finanzas, aseguró Fernando Ramones, miembro del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Ante pérdidas en sus ingresos por venta de crudo, que al primer trimestre del año cayeron 48 por ciento, su deuda con proveedores y su pasivo laboral, la empresa debe responder eficazmente al nuevo entorno por el que atraviesa.
La petrolera informó que pagó a dos mil 900 proveedores cerca de 92 mil millones de pesos, de una deuda de 147 mil millones, resta saldar 55 mil millones, que aseguró, liquidará en los próximos meses.
El soporte que recibió por parte de la Banca de desarrollo por 15 mil millones de pesos en una línea de crédito y de 73 mil 500 millones inyectados por Hacienda, le permitieron liquidar al 90 por ciento de las pequeñas y medianas empresas (Pymes), aún le queda un saldo pendiente con grandes firmas.
Al respecto Ramones indicó a CAPITAL MEDIA, que al obtener estos recursos, la firma nacional se comprometió a hacer frente a los compromisos laborales y financieros a pesar de sus problemas de liquidez, por lo que debe demostrar que está siendo más eficiente.
“Este proceso que, también implica su reestructura, tardará varios años en aterrizar, pero sin duda debe verse reflejado antes de que termine el 2016”, concluyó.