En víspera de entregar la presidencia de la Asociación de Bancos de México (ABM), Luis Robles Miaja, consideró que deja una banca sólida, líquida, con una enorme capacidad de prestar, una banca que en los últimos 16 años ha logrado democratizar los servicios financieros atendiendo a los más pobres, al grado que ha pasado de 20 millones de clientes a 50 millones.
Más allá afirmó que desde que tomó las riendas de la asociación se puso como meta lograr que “la reputación de la banca mexicana llegue a ser como un sistema donde los niveles de prevención de lavado de dinero sean tan eficientes, sofisticados y elevados como el mejor”.
En entrevista para CAPITALMEDIA, Robles Miaja, el también presidente del Consejo de Administración de BBVA Bancomer, reconoció avances, pero también retos, como lo es la creación de lo que llama “El sistema de antilavado de la región de Norteamérica”, que deberá ser el más sólido y eficiente del mundo”, incluso reitera: “más que el sistema norteamericano” y para ello –dijo– han trabajado mucho con los estadounidenses y canadienses.
Desde la trinchera
En el contexto de la 80 Convención Bancaria que se realiza en Acapulco, Guerrero, Luis Robles apuntó que no dejará de luchar, ahora como uno de los cuatro vicepresidentes de la ABM, pues tal y como lo dictan los estatutos, debe estar en el grupo A (de los cuatro existentes) en representación de los bancos más grandes del país, BBVA Bancomer y CitiBanamex, por lo que con voz y voto seguirá insistiendo para que “se sepa en el mundo, que la banca en México es confiable”.
Y es que en 2013, la banca enfrentó el escándalo por lavado de dinero de HSBC México, o lo ocurrido en octubre de 2014 donde Citibanamex resultó afectada por el fraude de la empresa Oceanografía, y hoy tras esos tragos amargos, Luis Robles dice estar tranquilo con su labor.
Detalló que no es que sea optimista pero “la banca pasa por el mejor momento de su historia, ya que