En el primer semestre del año, el peso mexicano cerró con una depreciación de 6.20 por ciento o de un peso y seis centavos, al cotizar al último día de junio en alrededor de 18.55 pesos por dólar en venta libre, informó Banco Base.
Durante el segundo trimestre, la moneda mexicana acumuló una pérdida en su cruce con la divisa de Estados Unidos (EU) de 5.76 por ciento o de 99 centavos.
Cabe resaltar que el desempeño de la divisa nacional tomó de buena manera el ajuste a la política monetaria del Banco de México (Banxico).
De acuerdo con Juan Lozada, analista de Accival Casa de Bolsa, la apreciación del peso derivó del empuje que generó el incremento de la tasa de fondeo en el país, y prevé que la tendencia se mantenga positiva, aunque cautelosa.
En tanto, el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la Bolsa Mexicana de Valores también reaccionó positivamente, al posicionarse en 45 mil 966.49 unidades, ello significó un avance de 1.1 unidades porcentuales con respecto a lo reportado al cierre del miércoles.
En la primera mitad del año, precisó Banco Base, el tipo de cambio se vio afectado por varios eventos que incrementaron la volatilidad.
Además, fue constante la especulación acerca del futuro de la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed, por sus siglas en inglés) dada la posibilidad de un incremento a la tasa de referencia que no ocurrió) por lo cual los mercados tomaron ventaja.