En la última licitación petrolera de aguas profundas del sexenio, las empresas Shell –de capital anglo- holandés– y PC Carigali –de Malasia– se llevaron 16 de los 19 bloques que se lograron adjudicar en la Ronda 2.4.
De manera individual Shell ganó cuatro bloques (20, 21, 23 y 28) y en consorcio se hizo de otros cinco (2, 3, 4, 6 y 7), estos últimos los ganó junto con la firma Qatar, excepto el segundo que lo compartirá con Petróleos Mexicanos (Pemex).
PC Carigali se apropió de 25 y 26, y en alianza con otras petroleras agregó los 10, 12, 14, 24 y 29.
Cabe destacar la participación de Pemex que individualmente se quedó con 5 y 18, con Shell se llevó la 2 y con Chevron e Invex la 22.
Pemex ha sido ya exitoso en aguas profundas de manera individual, pues con descubrimientos como Trion o Maximino demuestra su capacidad como explorador.
La Ronda 2.4 ofertó 29 bloques en aguas profundas del Golfo de México, ubicados en las provincias petroleras Cinturón Plegado Perdido, Cordilleras Mexicanas y Cuenca Salina, que terminó con 19 ganadores y 10 áreas declaradas desiertas.
En total las 11 empresas triunfadoras, procedentes de una decena de países, invertirán 93 mil millones de dólares, en sus asignaciones comprometieron la perforación de 23 pozos.
Los contratos de licencia exigieron a los participantes una regalía adicional, compromisos de inversión extra y montos en efectivo, tan sólo por este último concepto se depositarán 525 millones de dólares al Fondo Mexicano del Petróleo.
El Estado recibirá en promedio 64.7 por ciento del valor de las utilidades de los proyectos.
“Con estos resultados se confirma la confianza que existe en nuestro país como un destino atractivo para la inversión productiva de largo plazo, más allá del actual entorno por el que atraviesa el mercado internacional de hidrocarburos”, apuntó la Secretaría de Energía.
Los 19 contratos adjudicados podrían alcanzar una producción en aceite de 1.5 millones de barriles hacia 2028, mientras que en gas se llegaría a cuatro mil millones de pies cúbicos.