Ante la escasez de rentas accesibles para los jóvenes en el mundo, las habitaciones disponibles en casas de adultos mayores se han convertido en una de las mejores opciones para este segmento de la población, aseguró DadaRoom.com.
La fundadora de la plataforma de rentas compartidas, Pamela Olvera, señaló en este sentido que el modelo colaborativo brinda una opción para ambos grupos, uno en búsqueda de compañía y de un ingreso extra, y otro que quiere rentas económicas.
Expuso que las plataformas y aplicaciones de economía colaborativa no son exclusivas de los jóvenes que nacieron en el siglo XXI, sino que también pueden ser usadas por personas mayores.
Y es que estas startups pueden aportar soluciones prácticas a los problemas que enfrentan los habitantes de las grandes ciudades, sin tomar en cuenta criterios de edad, como lo puede ser en el tema del alojamiento y compartir un hogar.
Refiere que compartir un departamento o habitación con roomies que rompen la brecha entre generaciones puede convertirse en una de las mejores experiencias de vida, y demuestra que compartir casa no sólo es para los millennials.
Ello, a pesar de que datos de la plataforma de rentas revelan que solamente 7 por ciento de las personas que comparten departamento en las principales ciudades del país tienen más de 50 años.
“Las tendencias en el mercado impulsan el crecimiento de la vivienda compartida. El reto es romper barreras para que cualquiera, sin importar su edad, esté al tanto de la existencia y ventajas de esta modalidad, tanto para los arrendadores como para los inquilinos”, añadió Pamela Olvera.
“Tener un roomie es una manera de economizar y de vivir experiencias enriquecedoras. Es una alternativa para millennials, ya que la dinámica ayuda a darle la vuelta a los panoramas económicos complicados con opciones para todos los estilos de vida, sin importar la edad”, concluyó.
Sigue la tendencia
La tendencia de los roomies va en aumento debido a que los precios de la renta también crecen. Este fenómeno no sólo se da en nuestro país, sino en el mundo y eso lleva a algunos jóvenes a la opción de compartir vivienda, porque permite dividir la renta entre varios, además de los gastos por los servicios, y con eso ahorran.
Por su parte, el director del portal Metros Cúbicos, Rodrigo Hutt, coincidió en que es un mercado muy dinámico que está en crecimiento, ya que la gente posterga cada vez más la compra de una vivienda.
De acuerdo con la clasificación del Inegi, los hogares se dividen en dos tipos: familiares (aquellos en los que al menos uno de los integrantes tiene parentesco con el jefe o jefa del hogar) y no familiares (donde ninguno de los integrantes tiene parentesco con el jefe o jefa del hogar).
Respecto a estos últimos, 93 por ciento es unipersonal, es decir, que están integrados por una sola persona, mientras que siete por ciento es corresidentes (roomies) y están formados por dos o más personas sin relaciones de parentesco.
Al respecto, la directora de Operaciones de Softec, Claudia Velázquez, indicó que el porcentaje de familias de corresidentes y también de personas solas o unipersonales se ha incrementado.
“Ha pasado de porcentajes muy bajos, menores de 2 por ciento, a rebasar 5 o 6 por ciento en algunas ciudades, y creemos que va a seguir incrementándose”, comentó.
A decir de la fundadora de la plataforma DadaRoom.com, el factor económico es el principal detonante para que la demanda de departamentos compartidos haya subido rápidamente, a lo que se suman los temas demográficos o sociales, como los de la generación millennial (nacidos entre 1981 y 1995).