Aunque la captación del agua de lluvia no es una idea nueva, esta práctica es común en zonas rurales, donde existen dificultades técnicas y económicas para dotar del líquido a través de redes de distribución o sistemas de bombeo, como ocurre en las grandes urbes.
Su almacenamiento es tarea fácil, pero requiere de inversión para poder usarla y satisfacer las necesidades básicas de las familias en los hogares que carecen de este recurso natural.
Desde 2016 se implementó el Programa Nacional para Captación de Agua de Lluvia y Ecotecnias en Zonas Rurales (Procaptar) a fin de apoyar en la construcción de infraestructura para captar agua de lluvia en las comunidades de difícil acceso.
En el primer año de aplicación del programa se beneficiaron a 30 mil 165 habitantes en 214 localidades de 65 municipios. Ello, mediante 6 mil 927 sistemas de captación y 5 mil 351 biodigestores, lo cual requirió una inversión de 644.52 millones de pesos.
Dentro de los objetivos se encuentran: impulsar el desarrollo social, el acceso al agua y saneamiento de las viviendas de zonas rurales, además de involucrar a la sociedad de forma activa, ayudar a abatir la pobreza en el ámbito de los servicios básicos.
La población objetivo de Procaptar es aquella que se encuentran, bajo condiciones de alta y muy alta marginación, que reciben lluvias anuales acumuladas iguales o mayores a mil 500 milímetros (mm).
En esos lugares se instala un sistema de captación de agua que permita abastecer al menos con 50 litros por persona al día, durante los 365 días del año, teniendo como premisa adicional la colocación de un sistema de tratamiento de aguas a nivel vivienda.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua), ve la necesidad de establecer lineamientos técnicos para los sistemas de captación de agua de lluvia con fines de abastecimiento doméstico.
Dichos sistemas deben cumplir con el objetivo para el que son diseñados, de abastecer de agua a las viviendas en zonas rurales durante todo el año.
Los sistemas están diseñados para producir líquido de alta calidad, sin embargo, es necesario que el proceso de captación sea el adecuado, para que el agua que se almacene sea de óptima condición.
De igual forma, es indispensable que desde el diseño hasta el mantenimiento del sistema se efectúen correctamente a fin de mantener una calidad adecuada.
Estas acciones tienen como objetivo llevar agua a comunidades donde, por su situación geográfica, resulta costoso e inaccesible el desarrollo de los sistemas tradicionales de explotación de acuíferos o abasto de agua.