Gracias a las acciones de protección y recuperación de la masa forestal, la población del jaguar en nuestro territorio nacional ha tenido un crecimiento de 20 por ciento en los últimos ocho años.
Así lo aseguró el investigador del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Gerardo Ceballos, quien dio a conocer el Segundo Censo Nacional del Jaguar en México, en el que participaron cerca de 25 investigadores de 16 instituciones.
El investigador destacó que México es el primer país en haber hecho este censo de 2008 a 2010.
Gracias a ello se dio un paso importante para crear conciencia sobre el peso que tiene la presencia de este felino en los ecosistemas selváticos de Latinoamérica, además de su imagen cultural y tradicional para las poblaciones de esta región del continente.
El especialista reveló que, de acuerdo con el censo, aplicado en Yucatán, Quintana Roo, Campeche, Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Colima, Sinaloa, Sonora y San Luis Potosí, en el país se tiene un registro de 4 mil 800 jaguares, lo que revela un incremento de 20 por ciento entre 2010 y 2018.
Esto ha sido posible como resultado de las acciones de protección y preservación forestal, lo que ha ayudado a que el hábitat del felino más grande de América vuelva a ser repoblado.
Muestra de ello, dijo, es que ha habido zonas, como Calakmul, donde el número de jaguares pasó de dos ejemplares por cada 10 mil hectáreas cuando se realizó el primer censo, a cerca de 10 jaguares en esas mismas áreas durante el presente año.
Esto se debe también a una campaña muy fuerte de esta especie en peligro de extinción, y de las acciones preventivas que advierten sobre el peso de cometer el delito de atentar contra ésta.
Destacó que lo anterior ha sido el resultado del esfuerzo conjunto entre el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), diversas fundaciones, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y otras organizaciones, así como instituciones académicas.
En tanto, las campañas de preservación, no sólo han ayudado al jaguar, también a 15 especies en el mar de Cortés y a la mariposa monarca.
Igual que el tigre
Las acciones que se han realizado para la conservación del tigre, especie que ha registrado una recuperación de hasta 21 por ciento de su población, se podrían replicar para la protección del jaguar en peligro de extinción.
La directora de Conservación del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) México, María José Villanueva, expuso lo anterior al compartir la experiencia en la conservación del tigre.
Destacó que los jaguares y tigres tienen mucho en común, ya que se trata de los felinos más grandes de sus respectivos continentes y pertenecen a la especie Panthera, además de que se dsitribuyen en grandes extensiones de territorio.
Lo anterior convierte a ambos felinos en grandes conectores intercontinentales, ya que tan solo el territorio del tigre conecta a 13 países, mientras que el jaguar conecta a 18 naciones de América Latina.
Ambos felinos guardan un papel importante en materia de equilibrio de los diferentes ecosistemas en los que habitan, aunque también enfrentan serios problemas relacionados con el conflicto que se produce al haber choques con la civilización.
La investigadora aseguró que los elementos clave para este proyecto y que se pueden compartir con el jaguar, es una visión de largo plazo y una alianza clave con las comunidades locales que a diario conviven con estos felinos.
Ante ello, aseguró que la principal herramienta con la que se puede trabajar para proteger al jaguar, será esa visión de futuro en esas localidades, a fin de que sean estas mismas las protectoras del felino más representativo de América Latina.