A partir de este martes 21 de febrero el precio máximo de venta de combustible se fijará diariamente, es decir, se amanecerá en adelante con nuevos precios que serán publicados previamente por la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
El tope al que se podrá comercializar la gasolina dependerá de cómo se muevan los precios de las referencias internacionales el día anterior, como el precio del crudo en Estados Unidos y el tipo de cambio.
Cada tarde los tabulados que aplicarán al día siguiente será publicados en la página de la CRE; www.gob.mx/cre, donde aparecerá el listado vigente para las 90 regiones (83 al interior y 7 en frontera) en que se dividió al país para establecer precios máximos, la última actualización en el siguiente link. 
En el caso de fines de semana, los precios que se emitan la tarde del viernes regirán para sábado, domingo y lunes, de modo que a partir de cada martes la variación se hará cada 24 horas hasta el viernes siguiente.
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda, los valores máximos “reflejarán el movimiento en los precios diarios de las referencias internacionales. El gobierno federal buscará mitigar las fluctuaciones excesivas. No cambiará el margen del comercializador”.
Esta dinámica se mantendrá hasta que se cumpla con el calendario de liberalización del precio de gasolinas, conforme al cual gradualmente cada región del país (cinco en el caso de este calendario y no 90), tendrá una fecha en que los propios comercializadores fijarán el costo de la magna, premium y diesel para cada estación.
Para estipular sus valores, los expendedores tomarán en cuenta la siguiente variable.
“Se formarán con el precio del petróleo, el costo de refinarlos, el costo de la logística, el tipo de cambio, y el manejo razonable que van a cobrar los distintos operadores, todo esto va a tener que corresponder a cada una de las regiones del país”, explicación brindada por Guillermo García Alcocer, titular de la CRE.
De tal manera que al finalizar el 2017, habrá en México un “mercado flexible de gasolinas”, con precios diferenciados a lo largo del territorio nacional, que dejarán de ser fijados por el gobierno federal.