En la actualidad las jornadas de trabajo dificultan el cuidado de los hijos. Muchos padres y madres pasan gran parte del día en el trabajo, por ello se ven obligados a delegar una parte de sus funciones como criadores o educadores de sus hijos a guardería, amigos o familiares, pero sobre todo, a los abuelos.
Ellos se convierten en los principales cuidadores, desempeñando un papel muy importante en el cuidado de sus nietos.
Las tareas que realizan son, entre otras: llevar a los niños al colegio y recogerlos, darles de comer, llevarlos a las actividades extraescolares, asearlos, llevarlos al médico cuando están enfermos, etcétera.
Cuando los abuelos efectúan estas actividades de manera puntual puede resultar benéfico para ellos, hasta el punto de llegar, incluso, a rejuvenecerlos. Así lo determinaron especialistas del Laboratorio de Psicofisiología del Instituto de Neurobiología (INb) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La actividad física no estructurada o incidental es tan eficaz para mejorar su capacidad física y de salud cerebral tanto como una rutina de ejercicios físicos, determinaron los especialistas de la UNAM.
Esta práctica, que incluye labores como cuidar a los nietos, a un enfermo o hacer la jardinería, resulta benéfica para que los adultos mayores conserven su capacidad cognitiva y física en buenas condiciones.
Compartir tiempo con sus nietos hace que los abuelos se sientan útiles y acompañados, mejora su capacidad física y cognitiva pues se mantienen activos y se sienten felices por una “segunda paternidad”.
En contrapartida los nietos son beneficiados con estos vínculos afectivos, pues interiorizan valores y enseñanzas que les ayudan a crecer en el plano emocional, social, moral y afectivo, y aprenden a ser más pacientes, tolerantes y generosos. La autoestima de los menores también se refuerza, al sentirse queridos por sus abuelos.
Sin embargo, cuando el cuidado y la educación de los nietos se convierte en una obligación casi permanente, entonces los abuelos sufren estrés y ansiedad.
Otro de los motivos que les suele causar ansiedad es el sentimiento de pérdida de su libertad, esto porque dejan de lado sus aficiones y sus compromisos sociales para hacerse cargo de sus nietos.
Esto puede relacionarse con el cansancio acumulado después de toda una vida como madres o padres, y en muchas ocasiones amas de casa. O bien porque ellas o ellos también tienen proyectos que quieren realizar.
En los hogares, las discusiones entre padres y abuelos por unificar los preceptos educativos son una constante, ya que ambos padres pueden pensar que los abuelos malcrían a sus nietos, ya que les permiten hacer cosas que en casa están prohibidas.
Actualmente es cada vez más frecuente que los abuelos cuiden a los niños de sus hijos.
De tres millones de niños que se quedan en casa, 61 por ciento está a cargo de la abuela; ocurre con más frecuencia cuando las mamás trabajan, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Empleo y Seguridad Social (ENESS).
Asimismo, resulta fundamental quitar tareas a sus mayores y responsabilidades en relación con los nietos, porque pueden disfrutar de su tiempo libre.
Cuidar nietos, ayuda para rejuvenecer
Cuidar a los descendientes mejora la capacidad física y cognitiva, tanto como una rutina de ejercicios físicos
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