México tiene en los dreamers una oportunidad de oro que no debe desperdiciar, pues son el puente más importante entre México y Estados Unidos, ya que conocen, aprecian y tienen el interés de impulsar ambas culturas, afirmó la coordinadora de Agenda Migrante, Eunice Rendón.
Además, los jóvenes repatriados han demostrado lo que la binacionalidad y la riqueza cultural de dos países pueden construir. Es por ello que el Gobierno mexicano debe continuar su estrategia de protección de migrantes y el empoderamiento de los dreamers.
Señaló que en Estados Unidos (EU) hay 35 millones de personas de origen mexicano, de las cuales una de cada tres es joven, de ahí la importancia de aprovechar el potencial, entusiasmo y fuerza de todas ellas, promoviendo su participación en proyectos de desarrollo y formación de capacidades técnicas a nivel nacional e internacional.
Dijo que 70 por ciento de los migrantes obligados a retornar se encuentran en una etapa productiva. Son jóvenes de entre 15 y 30 años de edad, varios de los cuales están por terminar su universidad.
En el vecino país del norte hay 750 mil dreamers, 70 por ciento de ellos son mexicanos. Por lo que la pregunta es: “¿Cómo hacemos para tener esos tiros de precisión con esos jóvenes?, pues ayudándoles a vincularse y empoderarse”, observó.
Los dreamers pueden ser un factor clave para la industria y los empresarios en México. “Es una oportunidad que tenemos como país para aprovechar esta coyuntura. Es una jugada de ganar-ganar.
Al final del día, eso es lo positivo”, acotó.
“Creo que perderíamos mucho todos (como país), si no logramos aprovechar y vincular a los jóvenes, entender que vienen con una cultura binacional (…) Creo que no vamos a tener una oportunidad después (…) son recursos humanos fundamentales para cualquier proyecto”, abundó la extitular del Instituto de Mexicanos en el Exterior (IME).
Rendón Cárdenas indicó que tras la instalación del Consejo Juvenil Binacional Uniting Dreams, en marzo de este año, se han puesto en contacto autoridades de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA).
Además, con el Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol) y el Instituto de la Juventud (Injuve), para apoyar a los jóvenes retornados incluyéndolos en programas y proyectos sociales.
Comentó, sin embargo, que los dreamers –llevados a Estados Unidos desde niños– continúan en posición vulnerable, pese a la decisión del presidente Donald Trump de mantener el Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés).
“Hay que ver la fragilidad de este estatus migratorio. Con una simple acusación puede cancelarse el DACA, ante el amplio concepto de criminalidad que tienen en Estados Unidos”, resaltó.
Estos jóvenes, insistió, son el puente más importante entre México y EU, y eso se tiene que capitalizar desde México para integrarlos mejor en el vecino país y dimensionar el rol que tienen allá.
Consideró que a través de la educación se podrá empoderarlos y vincularlos en Estados Unidos, con el fin de que tengan mejores puestos para defender una ley migratoria y, a su vez, empoderar a los mexicanos que radican en esa nación.
“La educación es una herramienta de empoderamiento, vinculación y reinserción tanto allá como en México”, remarcó.
Rendón comentó que con el apoyo de algunas empresas se ha logrado vincular a tres mil migrantes en retorno con empleo, “la mayoría de ellos en call centers, pero ya hay compromiso de empresas privadas –afiliadas a Coparmex o Canaco– de participar y otorgar algunos empleos”.
Además, se impulsa la certificación de habilidades de las juventudes repatriadas, como en el caso del idioma inglés, y se ha logrado otorgar becas para que continúen con sus estudios.
Al final, se trata de mexicanos con habilidades en diferentes industrias, que hablan y dominan el inglés, que se desenvolvieron en esa cultura tan eficiente, que adquirieron disciplina, lo cual es valioso para empresas o naciones.