Por David Gutiérrez
Con las nuevas tecnologías y el uso de las redes sociales, las relaciones de amistad y de noviazgo han tenido cambios significativos en comparación con generaciones anteriores.
Entonces, continuó, los encuentros se han modificado sustancialmente y las formas de conocer a la pareja o de comunicarse con ella también, y obviamente las relaciones en sí mismas.
Las relaciones son más posesivas y más vigilantes “ya que controlan todos los movimientos y tiempos de sus parejas, pues en la actualidad las historias de amor en el siglo XXI comienzan a través de un like.
En las últimas dos décadas Internet derribó las barreras de la temporalidad y distancia dentro de los procesos de comunicación -como el amor-, para convertirlo en algo más inmediato con un sentimiento de proximidad y cercanía.
“La emoción en si misma va a ser igual todo el tiempo, no se va a modificar, aunque la manifestación gracias a la tecnología puede darnos diversas formas de expresión que durante mucho tiempo no existieron”, aseveró Óscar Galicia Castillo, coordinador de la Licenciatura en Psicología de la Universidad Iberoamericana (UIA).
“Antes no podías mantener una relación a distancia, pero eso ya no importa, las personas que te interesan están a la mano todo el tiempo”, expresó.
Por su lado, Magda Rendón García, especialista de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, aseguró que para relacionarse, las redes sociales presentan ciertas ventajas, como establecer contacto con gente de otros lugares, practicar idiomas o conocer diferentes maneras de ver y pensar; sin embargo, también ponen en riesgo la seguridad de los individuos mediante el acoso y robo de identidad.
A pesar del riesgo, su uso se ha incrementado, sobre todo entre los jóvenes: “En las redes hay una gran cantidad de engaño; muchos hombres que participan en ellas son casados y fingen un perfil de solteros para tener acercamiento con el sexo opuesto”, señaló.
Las redes sociales son usadas con la expectativa de obtener una relación de largo plazo; no obstante, ocurre lo contrario. No sólo puede haber cibernoviazgos, sino relaciones imaginarias.
De acuerdo con un estudio realizado el año pasado por Rolando Díaz Loving, académico de la Facultad de Psicología de la UNAM, durante una búsqueda en uno de los sitios para conseguir pareja, encontró que en la mayoría de los perfiles las personas piden la honestidad como primer requisito para establecer una relación.
Una de la redes más populares entre los jóvenes para buscar pareja es Tinder, espacio que da la posibilidad a los usuarios de crear nuevas conexiones a fin de conocer gente que pueda, según su portal web, cambiar sus vidas a través un amigo, una cita, un romance, o incluso un encuentro fortuito.
El académico expresó que el proceso de las relaciones está acelerado; la tecnología apresura las interacciones.
“Si en el pasado a la gente le tomaba 20 o 30 citas decir te amo, hoy lo dicen en el primer mensaje”, concluyó Díaz Loving.