La gestación subrogada, conocida vulgarmente como “renta de vientres” se encuentra en un vacío legal en el país.
En México hay dos entidades que consideran la figura en sus códigos civiles: Tabasco y Sinaloa, con diversas restricciones, mientras que en otros, como San Luis Potosí, Querétaro y Coahuila, pese a que desconoce cualquier acuerdo de gestación subrogada acepta la donación de embriones.
El resto del país se encuentra en un “limbo legal” que pone en riesgo de explotación con fines reproductivos a las mujeres de México y posibilita incluso el tráfico de niños y de órganos, según se refiere en el estudio “Explotación de Mujeres con Fines Reproductivos” (EMFR), presentado en la Cámara de Diputados en 2015.
El reporte EMFR señala los problemas asociados al fenómeno, que van desde la salud física y mental de los involucrados (madres gestantes e hijos en gestación) hasta su situación legal.
Riesgos en salud
Todos los procesos físicos, bioquímicos y emocionales en el embarazo consolidan vínculos muy estrechos entre la madre y el hijo; se forman procesos cognitivos relacionados con la estabilidad emocional que al romperse, pueden afectar la salud de la madre gestante y su hijo, suscribe el estudio.
Esto, aunado a que se insertan hasta tres óvulos o más para asegurar la fecundación, incrementa los riesgos de salud tanto para el bebé como para la gestante.
“Aunque algunas mujeres sienten que el gesto fue altruista, hay quienes afirman que regresarían lo que les han pagado con tal de conocer a sus hijos o expresan arrepentimiento ante el temor de haberlo vendido”, explica el reporte.
Definiciones
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la gestación subrogada como una técnica de reproducción asistida que se da cuando una mujer lleva el embarazo y da a luz a un bebé que, legalmente pertenece a otros padres. Esta técnica consiste en la creación de uno o más embriones mediante fecundación in vitro (FIV) en un laboratorio y la posterior transferencia al útero de la gestante.
Especialistas en el tema han hecho señalamientos al respecto y algunos consideran que “constituye una vulneración completa a los derechos fundamentales”, como la investigadora Irene López Faugier, de la Facultad de Derecho de la UNAM, quien dijo que en nuestro país se debe prohibir por completo la gestación subrogada.
El riesgo, principalmente, está en que “se puede promover un modus vivendi de mujeres pobres, por la explotación de su cuerpo y, al mismo tiempo, se convierten en víctimas de un delito”, comentó.
Toda una industria
En México ocurre un fenómeno similar que en la India, donde los españoles con alto poder adquisitivo “vienen de vacaciones y regresan con un niño, porque les es más fácil venir aquí que ir a India”, comentó la periodista sueca y especialista en el tema, Kajsa Ekis Ekman.
“El mercado vale más de dos mil millones de dólares en India, y en México estaba convirtiéndose en un mercado suculento”, dijo.
Y es que, señaló, cada año cerca de 800 familias españolas contratan vientres en el mundo, la mayoría de mexicanas, quienes reciben un pago inicial de 35 mil pesos.