Una cascada de 120 metros cubierta de bosque y cañones de piedra, una iglesia monumental construida por los frailes franciscanos y vistosas presas son algunos de los rincones poco conocidos en el estado de Hidalgo.
Al oriente de la entidad, sumergido en un paisaje de bosques y cascadas, se encuentra la zona Otomí-Tepehua por demás fascinante, su paisaje denota los colores que se degradan entre el verde y el azul del bosque y el cielo.
Es un notable destino de altura que se ha perdido en el tiempo, alberga parajes boscosos de ensueño y en sus rincones se guardan tesoros históricos y culturales.
Gran parte del atractivo que ofrece se relaciona con la aventura por sus escenas atractivas de árboles, ríos, cascadas y montañas que permiten la práctica de toda clase de actividades extremas y de aventura.
La zona Tepehua forma parte del corredor de los 4 elementos donde se puede practicar el senderismo y gozar de gratos ambientes de tranquilidad y calidez, siempre con el toque de su peculiar clima frío y abrazado de neblina.
Su música representativa es muy diversa y rica culturalmente, en su mayoría se distingue por el huapango, una manifestación eminentemente alegre que tiene como marco musical el violín, la jarana y la guitarra quinta que hacen vibrar las notas armoniosas de los sones.
Explora lo desconocido en Hidalgo
El corredor de los 4 elementos, al oriente de la entidad, fue nombrado así por su relación con los míticos componentes del mundo
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