Hoy en México se conmemoran 49 años de la llamada “matanza en Tlatelolco”, frente a la Plaza de las Tres Culturas.
Estos hechos que marcaron el desenlace de varios meses de manifestaciones estudiantiles en un país que estaba a pocos días de ser una sede olímpica.
Existen varios filmes en los cuales se describen lo suceso de diferentes perspectivas para entender o revivir los momentos más intensos de este hecho histórico.
Algunos cuentan con imágenes reales del momento, y algunas son reconstrucciones basadas en testimonios de algunos asistentes.
El arte retoma el tema al hablar de este hecho a través de diferentes expresiones; teatro, cine, literatura, música, pintura y escultura que han servido para dar diferentes enfoques de uno de los episodios más tristes de nuestra historia.
El cine es una representación de la realidad, una interpretación de las historias que se crean a diario, pero en este y otros casos toma gran relevancia por formar parte de la memoria colectiva pues a través de documentales e historias que retoman lo relatado por testigos de los hechos es como se ha preservado la historia.
La matanza de Tlaltelolco fue uno de los temas escasamente tratados en el cine mexicano, apenas aludido en cintas como la estupenda Canoa (1975), de Felipe Cazals, o Bandera Rota (1978) de Gabriel Retes, o de forma metafórica en la historia revolucionaria de El prinicpio (González Martínez, 1973) entre otras películas de corte militante.