Regularmente no consideramos su importancia, pero los hongos son actores clave en los ecosistemas terrestres. Su actividad resulta fundamental en muchos ciclos biogeoquímicos.
Algunos desempeñan un papel importante en la capacidad de los bosques para absorber dióxido de carbono, por lo que científicos de la Universidad de Boston estudian la actividad de algunos de estos organismos que se adaptan al microbioma forestal y luchan junto a los árboles contra el cambio climático.
Los especialistas Colin Averill y Jennifer M. Bhatnagar de la Universidad estadounidense refirieron que los hongos denominados ectomicorrízicos, mejoran la capacidad de los bosques para “capturar” la moléculas de CO2.
En su estudio destacan que los hongos, llamados micorrízicos, pueden existir completamente bajo tierra y crecen simbióticamente con las raíces de los árboles.
Por su importancia, los expertos hicieron un llamado para protegerlos, porque advierten que la actividad humana y la contaminación provocan que los bosques pierdan a estos “guardianes” de carbono fúngico, lo cual puede acelerar el cambio climático.
Los científicos explicaron que no todas nuestras emisiones de dióxido de carbono van directamente a la atmósfera.
Los bosques de todo el mundo, destacaron, nos protegen de las tasas aún más rápidas de cambio climático, porque captan los contaminantes. “Los bosques absorben aproximadamente un tercio de esas emisiones”.
Esto ocurre cuando los árboles “comen” CO2 durante el proceso de fotosíntesis. Cuando esto sucede, el carbono en CO2 del gas se convierte en biomasa vegetal (en troncos de árboles y suelos forestales).
Mientras esas moléculas de carbono permanezcan en el bosque, se mantendrán fuera de la atmósfera e impedirán que contribuyan al calentamiento global.
Los científicos precisaron que los árboles se asocian con diferentes hongos de raíz, pero los investigadores descubrieron que algunos de ellos, llamados hongos ectomicorrízicos, ayudan a los árboles a absorber más rápido las moléculas de carbono.
Estos hongos pueden incluso frenar la descomposición, un proceso natural que devuelve el carbono de los suelos del bosque a la atmósfera. De esta forma, los hongos ectomicorrízicos mejoran la capacidad de los bosques para mantener el carbono “encerrado” en árboles y suelos, y fuera de la atmósfera.
No obstante, los especialistas afirmaron que la contaminación con nitrógeno causan que los bosques pierdan estos “guardianes” de carbono y aceleran el cambio climático.
Protectores microscópicos
Asimismo, la investigadora del Laboratorio de Micromicetos del Instituto de Ecología (Inecol), Gabriela Heredia Abarca, planteó la necesidad de que se realicen más estudios sobre los hongos microscópicos saprobios, debido a que tienen diversos usos que podrían mejorar el medio ambiente.
Señaló que dichos organismos participan en procesos fundamentales para el equilibrio ecológico en los ambientes y poseen un alto potencial biotecnológico, por lo que merecen más atención.
En la naturaleza, explicó, los hongos microscópicos saprobios conforman un grupo altamente diverso y abundante, se alimentan de materia orgánica inerte, como restos vegetales y animales que, al morir, quedan en el suelo.
Además, de que intervienen en el proceso de descomposición de la materia inerte con otros organismos, que permiten el reciclaje de nutrientes en el suelo y, en consecuencia, el desarrollo de la vegetación en los ecosistemas.
Por tanto, al saber que pueden ser benéficos para la naturaleza, la micóloga pidió multiplicar esfuerzos para realizar investigaciones interdisciplinarias que permitan conocer tanto la magnitud de la diversidad de especies, así como sus capacidades para su empleo biotecnológico.
Los hongos, en general, son importantes en el ciclo del carbono porque descomponen la materia orgánica vegetal o animal.