El consumo de aceite de oliva resulta benéfico para la salud.
Es extraído de los frutos maduros del olivo. Es rico en omega 9 y su naturalidad depende de los procesos efectuados desde la recolección hasta el embotellado.
Un nuevo estudio de la Universidad de Rovira i Virgili (URV), en España, determinó que el consumo habitual de aceite de oliva virgen disminuye 51 por ciento el riesgo de sufrir una fractura osteoporótica.
Detectaron que agregar en la dieta cuatro cucharadas soperas de este óleo diario protege la estructura ósea y previene la osteoporosis.
El Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC) indicó que los resultados observados evidencian las propiedades del consumo regular del aceite para la protección de los huesos.
El estudio refirió que en el pasado, los científicos se centraban en observar los efectos positivos derivados de la administración de componentes del aceite como polifenoles en cápsulas sobre las fracturas óseas o en el efecto modulador sobre algunos factores bioquímicos relacionados con la salud ósea, pero no sobre la fractura en sí misma.
Los científicos españoles detallaron que los beneficios por consumo de aceite de oliva se deben al conjunto de sustancias que lo componen, desde la grasa hasta los polifenoles y otras sustancias, debido a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
La investigación, publicada en la revista Clinical Nutrition, determinó que quienes habían consumido una mayor cantidad de aceite de oliva, entre cuatro y cinco cucharadas soperas al día, mostraron un menor riesgo de sufrir fracturas por osteoporosis.
Los investigadores consideraron que incorporar este alimento a la dieta habitual es una forma eficaz de proteger los huesos; además, contribuye a mejorar la salud en otros aspectos.
“No sólo en relación con alguna enfermedad cardiovascular, como se demostró previamente, sino también en otros como la osteoporosis, patología que genera un gasto público importante debido a bajas laborales, inmovilidad y dependencia”, señalaron.
Otros beneficios
El aceite de oliva virgen también tiene efectos benéficos en el sistema cardiovascular. Sus grasas insaturadas son metabolizadas por el organismo y ayudan a cuidar el corazón, ya que disminuye los niveles de grasas de difícil digestión (grasas malas) e incrementa los de más fácil digestión.
En países donde se ha incrementado el consumo de aceite de oliva, los índices de enfermedades cardiovasculares disminuyeron notablemente.
Compuesto activo
La Universidad de Chile, en Santiago, reveló un compuesto comúnmente encontrado en el aceite virgen extra, el cual puede revertir algunos de los efectos negativos de una dieta alta en grasas.
Este compuesto, llamado hidroxitirosol, fue capaz de cambiar los marcadores de resistencia a la insulina y la esteatosis hepática no alcohólica (hígado graso) en estudios con roedores.
Aunque hay pruebas sustanciales de que el consumo de aceite de oliva extra virgen, como parte de una dieta equilibrada, es benéfico para la salud, las razones biológicas y fisiológicas de esta asociación han sido poco claras.