México está entre los países con más humedales en el mundo.
Estos ecosistemas abarcan entre cinco y 6.5 por ciento del territorio nacional; sin embargo, más de la mitad de su superficie se ha perdido en los últimos 20 años, de acuerdo con estudios del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC).
“Son ecosistemas que se encuentran muy amenazados, se consideraron en un tiempo lugares inhóspitos, lugares peligrosos, sin valor económico y esto llegó, incluso, al abuso de estos ecosistemas”, externó, Margarita Caso Chávez , coordinadora general de Adaptación al Cambio Climático del INECC.
De acuerdo con el Inventario Nacional de Humedales, en México existen seis mil 331 de estos sitios, algunos de ellos naturales y otros artificiales. Estos ecosistemas están en zonas inundadas permanente y temporalmente.
“Son vulnerables al hábitat por la degradación, cambios de calidad y fragmentación de los ecosistemas, y contaminación, además del cambio climático”, comentó.
Además de ser zonas de crianza, reproducción y alimentación de especies –añade la bióloga– funcionan como filtros naturales de la contaminación, recarga de acuíferos e importantes reservorios de agua y provedores a comunidades asentadas en esos lugares.
“En términos de cambio climático también son muy importantes, porque estos ecosistemas amortiguan los impactos de fenómenos climatológicos extremos como los huracanes y las tormentas; funcionan como barreras naturales ante estos eventos y amortiguan también los impactos ocasionados por el cambio climático, como el aumento del nivel del mar”, agregó.
Apuntó que existe una serie de estrategias a cargo de instituciones para la conservación y preservación de los humedales, mediante diversos programas que involucran no solamente a investigadores y científicos, sino a organismos de la sociedad civil. La académica del Instituto de Geografía de la UNAM, Irma Escamilla, recordó que unos 142 humedales mexicanos forman parte del Convenio Ramsar, acuerdo intergubernamental sobre el medio ambiente, adoptado en 1971.
Sin embargo, dijo desconocer cuántos de éstos han desaparecido. “No tenemos el registro de los que se han perdido, porque nuestro catálogo de todos estos sitios tampoco está a la orden del día, pero sí han sufrido afectaciones que los han mermado y otros tantos con la actividad humana que ha ido modificando la condición del suelo y del clima”.
Como ejemplo, la especialista expuso el caso de Xochimilco: “Se han multiplicado los asentamientos irregulares y eso va mermando los espacios dedicados a los humedales.
