A pesar de que el mercado ilegal de las bebidas alcohólicas en México se redujo, según un estudio de Euromonitor Internacional, la cifra todavía preocupa por el riesgo sanitario que implica, así como por la afectación recaudatoria y las finanzas empresariales que se pierden.
La consultora, en su “Análisis del mercado informal de bebidas alcohólicas destiladas en México”, informó que este comercio informal cayó 7 por ciento en dos años, al pasar de 43 por ciento del volumen comercializado, en 2013, a 36 por ciento en 2015.
La consultora señala que el mercado informal tiene un valor de 19 mil 430 millones de pesos, lo que representa una pérdida fiscal de más de seis mil millones del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
Las entidades que reflejan la mayor concentración de prácticas de evasión fiscal en bebidas alcohólicas destiladas, son Nuevo León, Jalisco, Estado de México y Ciudad de México; mientras que en las prácticas de contrabando destaca toda la zona fronteriza del país.
Autoridades sanitarias mexicanas afirman que cuatro de cada 10 botellas que se consumen en el país son de origen ilegal y clandestino, al no cumplir con la normatividad, al menos en lo relativo a su etiquetado o que son originadas en destilerías clandestinas y convertirse en bebidas “piratas”.
Mientras que el mercado formal alcanzó un volumen de 30 millones de cajas de nueve litros con un valor de 45 mil 749 millones de pesos y una aportación fiscal de 11 mil 404 millones.
“El mercado formal presentó un crecimiento orgánico de 9.8 por ciento en volumen y de 21.5 por ciento en valor con respecto a 2013. En números absolutos el mercado creció 2.7 millones de cajas de nueve litros y su valor se incrementó en ocho mil millones de pesos”, afirmó.
El mercado informal de vinos y licores disminuyó en 2015 3.8 millones de cajas de nueve litros, lo que representa 18.5 por ciento menos del volumen de mercado informal con respecto a 2013, en todas sus modalidades.
Erik Seiersen, presidente de la Comisión para la Industria de Vinos y Licores (CIVL), asociación que representa al sector ante las instancias del gobierno y de la sociedad, consideró que los resultados del estudio demuestran el compromiso de las autoridades con los consumidores y la industria por reforzar el marco legal, la fiscalización y los operativos para reducir el mercado informal de estas bebidas.
“Hemos avanzado en la dirección correcta, sin embargo, aún tenemos mucho trabajo por hacer para combatir la informalidad que se refleja en un problema de evasión fiscal y de salud”, expuso el representante del sector.
Por su lado, Luis Velasco Fernández, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Tequilera (CNIT) manifestó que con esta segunda edición de la investigación de la consultora internacional se busca contar con la información necesaria para aumentar la conciencia social, conocer la efectividad de las acciones implementadas y crear planes de combate a la informalidad.
Dentro de su clasificación, el estudio destaca ocho categorías de mercado informal: compras transfronterizas legales, contrabando, falsificaciones, evasión de impuestos en la producción, alcohol artesanal informal, sustitutos, incumplimiento de normativa e importaciones paralelas.
De ahí que se hayan emprendido medidas como establecer aduanas exclusivas a la importación de bebidas alcohólicas, un código QR en el marbete que puede escanearse mediante un teléfono inteligente, así como un monitoreo más estricto de las importaciones que se sospeche sean subvaluadas.
La ilegalidad en bebidas alcohólicas se da cuando éstas, dependiendo de su naturaleza, no cumplen cabalmente con lo dispuesto por la legislación indicada o con los requisitos y especificaciones previstas por las normas oficiales mexicanas señaladas. Al igual que en cualquier caso, no existen mini irregularidades o violaciones intrascendentes. Cualquier disposición o requisito incumplido significa ilegalidad.