Un tatuaje representa logros, el recuerdo de una pérdida o simplemente una imagen que el portador desea tener para que lo acompañe en todo momento, pero con la ayuda de la tecnología, dejará de ser un diseño en la piel para convertirse en un aplicativo y un aliado para la salud.
Por ejemplo, el MIT Media Lab de la Universidad de Harvard trabaja en una tinta para tatuajes que ayudará al tatuado a detectar enfermedades o monitorearlas, ya que cambia de color según los niveles de glucosa, sodio o pH.
Estos tatuajes llevan por nombre Dermal Abyss y surgieron de la idea de usar biosensores en la tinta, los cuales responden de manera casi inmediata a los cambios en el cuerpo de personas con ciertas enfermedades que necesitan monitoreo constante, como la diabetes.
Esperan que pronto salga al mercado y libere a los enfermos de los piquetes en los dedos, para monitorear sus niveles de glucosa.
Existen otros proyectos en los que los tatuajes servirán para enviar un mensaje al médico que atiende a una persona cuando se sienta mal, e incluirán los datos de los signos vitales, como un tatuaje temporal, mejor conocidos como Tech Tats. Adherido a la piel, el Tech Tat recoge datos relacionados con las constantes vitales, como el nivel de estrés, la temperatura corporal, el ritmo cardiaco y la presión arterial.
Dicha información es enviada y monitorizada al smartphone a través de Bluetooth o redes inalámbricas.
La idea de este tipo de dispositivo, que se porta temporalmente en la piel, es que los usuarios puedan mandar la información que necesitan sólo cuando lo deseen o lo requieran.
Pero también hay tatuajes que interactuarán con dispositivos como los smartphones, ya sea para realizar pagos, llevar un control de la salud o guardar datos, como contraseñas.
La firma Motorola se encuentra trabajando en un tatuaje que pueda contener información como las contraseñas del usuario, de modo que tras un rápido escaneo éste sea reconocido como una persona autorizada para acceder a sus dispositivos.
Esta especie de tatuaje digital es temporal, al usuario se le colocará un adhesivo que se pone en el brazo y que permite desbloquear dispositivos gracias al código NFC (tecnología inalámbrica de corto alcance) que lo integra.
Plasmar la identidad
Para Verónica Alvarado, un tatuaje es un signo de su propia ideología y una forma de plasmar la delgada línea que hay entre la vida y la muerte, situación que deviene de una dura experiencia que vivió a causa del asma que padece.
La mujer de 24 años dice estar consciente de que las modificaciones corporales son tan antiguas como el hombre y reconoce que en la actualidad, la sociedad aún mantiene esos tabúes que tienden a satanizar a quienes se los realizan.
Señala que las personas mayores son quienes más tienden a mirarla con prejuicio, contrario a las nuevas generaciones que la miran distinto, ya que ven a los tatuajes desde una perspectiva de tendencia, como una moda o una práctica social cotidiana.
Tatuarse significa llevar una marca en la piel; antes las personas que llevaban esta insignia eran catalogadas como vándalos, pero con el paso del tiempo la sociedad lo va asimilando como algo normal, no obstante, persiste la discriminación, concluyó.