Tener una mascota con quien compartir juegos, paseos, risas, no solo es agradable para los animales, también trae beneficios a la salud física y emocional de su dueño.
Y esto se ve reflejado principalmente en los niños, ya que aumenta sus sistemas de defensa, se hacen mas empáticos con las otras personas y se vuelven más sociables.
Los infantes también son menos obesos cuando tienen mascota, ya que realizan mas ejercicio, resaltó la profesora del Departamento de Etología y Fauna Silvestre y Animales de Laboratorio de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, Marcela González de la Vara.
Además aprenden a cuidar y a tener responsabilidades, como con otro miembro de la familia y a tratar con respeto a otro ser vivo, indicó.
Mientras que los beneficios para la gente adulta son: disminución de triglicéridos, así como en la presión, las personas que tienen mascotas son más sanas que las que no.
La profesora detalló que los mejores compañeros, son los animales domésticos como perro o gatos, en tanto que las tortugas, las iguanas, las víboras, los reptiles, así como animales exóticos, pueden transmitir enfermedades a los niños y adultos.
que se tienen cuando se adquiere un animal.
“Las personas que se encuentran en el hospital con algún problema de fractura o algo más severo, se ha visto que si tienen la presencia de su mascota se alivia mas rápido, ya que disminuyen el estrés”, detalló.
En niños que son retraídos o con miedo, “el animal hace las veces de un acompañante, son muy responsables, incluso los peces los ayudan, perros, pericos, entre otros, apuntó.
A nivel emocional, abundó, generan un vínculo seguro porque cobran autoestima, tienen más confianza, se sienten más seguros en el mundo y en su casa.
“Lo que va a permitir este convivio, es que secrete estos neurotransmisores antes de que se llegue a una dosificación farmacológica, por los niveles de serotonina y dopamina; son alentado- res la convivencia de animales”, explicó.
Y es que, al tener mayor cantidad de estos neurotransmisores bioquímicos, su estado de ánimo como su salud va a mejorar. Por ello, se ha tratado de que dicha convivencia sea también en ambientes hospitalarios.
Por otro lado, señaló que a es- tos acompañantes hay que integrarlos en la vida diaria, para evitar que padezcan estrés y sobre todo, tener en cuenta que no son ni juguetes ni objetos.
“Son grandes compañeros de vida, que nos permiten vivir con ellos, es un acto de humildad pues tienen una gran capacidad de filtrar la vida, nos convidan de lo que es apreciable en el momento, ellos viven el aquí y el ahora, viven el presente, ya que aunque estén enfermos ellos están alegres”, añadió.
De igual forma, precisó que no se debe humanizar a los animales, aunque se genere un vínculo como de un hijo, “como en el caso de un video que se hizo viral en las redes porque una perrita está parada en dos patas, se transgrede su naturaleza que es estar en cuatro patas, además se lastiman.