El afecto que las personas sienten hacia sus perros ha hecho a estos seres de cuatro patas blanco de la delincuencia, pues el robo, extorsión e incluso secuestro virtual de perros es una modalidad criminal que aumenta, denunció Norma Huerta, activista de la organización proanimales, Mundo Patitas.
Informó sobre diversas modalidades de robo de mascotas y extorsión hacia sus dueños, incluso el rescate para su devolución a través de cazarrecompensas.
“Claro que tenemos reportes y hemos atendido casos concretos en la organización sobre robos y extorsión de perros de raza. Hay personas que se dedican a robar, principalmente cachorros, hembras para la crianza y reproducción de estas razas bien cotizadas en el mercado”, comentó.
La activista explicó que también hay casos de extorsión donde piden cantidades de dinero a los propietarios de los animales para regresarlos a su hogar, sin que en realidad tengan al can.
Norma Huerta detalló que la organización Mundo Patitas por lo menos tiene detectados seis números desde los cuales se han hecho llamadas de extorsión con 200 quejas de víctimas en lo que va del año. Los criminales piden rescates en depósitos bancarios de mil a 10 mil pesos.
Reconoció que otras organizaciones tienen sus propias estadísticas, por lo que los afectados deben ser muchos más.
Además, las autoridades cuentan con pocas denuncias por estos hechos delictivos lo que provoca que la estadística no sea 100 por ciento oficial.
A través de las redes sociales algunas víctimas han compartido sus experiencias sobre estos hechos, que coinciden en las descripciones de la activista, e incluso denuncian los números (868) 261 47 04 y (868) 254 52 43, de los cuales los han extorsionado.
En algunos casos, para el criminal es más lucrativo tener un perro de raza para poderlo utilizar como semental o para reproducción y crianza, que pedir un rescate por regresarlo, pues no es mucho lo que pueden obtener de recompensa.
“Operan principalmente en los parques o jardines donde las personas van a pasear a sus mascotas, los observan por un tiempo, y sí en ese momento se da la oportunidad se los arrebatan de las manos y salen huyendo”, detalló.
De acuerdo con las denuncias, en algunos casos se trata de parejas a bordo de motocicletas, eligen a la víctima preferentemente aquellas que llevan al perro en sus brazos o se vea cachorro, para que tengan la oportunidad de educarlo hacia los fines que pretenden, principalmente para reproducirlos.
Posterior – mente, uno baja del vehículo, agrede a la víctima –por lo regular mujeres jóvenes, niños o adolescentes– luego sube a la moto y se retiran rápidamente de la zona.
“Otra modalidad son personas que en el parque te hacen la plática y de repente te arrebatan a tu perro y se van. Normalmente éstas piden gratificación por devolverlo o esperan a que se publiquen los carteles de recompensa, son como ‘cazarrecompensas’ que esperan para cobrar lo ofrecido por los familiares”, dijo la activista.
El otro tema, es la extorsión para solicitar algún tipo de remuneración económica por el animal. En esta modalidad se toma información principalmente de los carteles sobre perros extraviados, donde los criminales adquieren datos relevantes, como alguna seña en particular del animal, nombre u otros.
En seguida llaman a los propietarios y les hacen creer que tienen al perro, y que piensan devolverlo pero que no tienen dinero para darle de comer u otras prioridades en ese momento, como el transporte, y por lo regular dicen que están en un lugar apartado, y lejos de donde se encuentra la víctima.
En otras ocasiones se han hecho pasar como activistas de organizaciones defensoras de los animales, para dar mayor credibilidad a la llamada telefónica.
Huerta detalló que hay casos en que las víctimas acceden a hacer el depósito anticipado de la recompensa a alguna cuenta bancaria que le da el criminal, o un adelanto para los gastos de traslado o la compra de la jaula para poderlo enviar rápidamente por servicio de mensajería. Sin embargo, no vuelven a saber nada de los extorsionadores.
Norma Huerta lamentó que estas actividades delictivas vayan en aumento, principalmente en la Ciudad de México.
Dijo que al tratarse de animales, los propietarios creen que no se configura ningún delito, y efectivamente no se ha legislado sobre esta actividad.