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Especial

Los venenos blancos

La letalidad de un veneno no está en la sustancia, sino en la dosis y la frecuencia con la que se consume. Por ello, los alimentos que ingerimos cotidianamente son los que, a la larga, nos nutren o nos matan, pues se convierten en hábitos y –lo que es peor– los hábitos se heredan.
Algunos alimentos que históricamente se han catalogado como nutritivos podrían no serlo tanto y, por el contrario, tener efectos nocivos, como obesidad, ansiedad, desajustes hormonales e, incluso, cáncer.
Entre los que han urgado el refrigerador familiar encuentran cinco alimentos, cuya blancura los disfraza con un falso aspecto de inocuidad, como la leche, la sal, el azúcar, la harina y el arroz blanco.

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