El Estado de México es una de las entidades con el mayor número de Pueblos Mágicos, al contar con un total de nueve, reflejo de la riqueza cultural y arquitectónica de estos sitios que guardan belleza, tradiciones e historia.
De acuerdo con la Secretaría de Turismo del estado, el objetivo de los Pueblos Mágicos es aprovechar su riqueza para fomentar la actividad turística, que genera derrama económica, en beneficio de las personas que habitan dichas comunidades.
Además de que se pretende rescatar y poner en valor la cultura y tradiciones de las localidades que, si bien muchas de ellas no tienen atractivos de sol y playa, cuentan con riqueza histórica, arqueológica, gastronómica o artesanal, que le dan identidad y muestran una cara diferente de México al turista.
El programa Pueblos Mágicos es instrumentado por el Gobierno Federal en el que, por cada peso que aporta la Federación, el gobierno estatal aporta otro peso.
Mientras que en el programa Pueblos con Encanto es impulsado por el Gobierno del Estado de México, por lo que los recursos se aportan en partes iguales por el estado y los municipios que cuentan con dicho nombramiento.
En ambos casos, los recursos económicos se destinan a obras de mejoramiento de imagen urbana, (empedrado de calles, iluminación, remozamiento de fachadas, tejados, balcones).
Asimismo, en el desarrollo de nuevos productos turísticos, obras de infraestructura como señalización, senderos, miradores, módulos sanitarios, parques ecoturísticos, entre otros, resaltó el gobierno estatal.
Los municipios que consiguen el nombramiento deben presentar proyectos ejecutivos viables encaminados a alargar la estancia de los visitantes y generar pernocta, con el fin de conseguir que se les asignen recursos económicos para desarrollarlos.
El primer pueblo en recibir esta denominación en el Estado de México fue Tepotzotlán, en mayo de 2002; sin embargo, los nombramientos han continuado y en la actualidad la entidad cuenta con un total de nueve.
Los nueve pueblos mágicos
Se trata de Tepotzotlán, Valle de Bravo, Malinalco, El Oro, Metepec, Aculco, Ixtapan de la Sal, Villa del Carbón y Teotihuacán con San Martín de las Pirámides, estos dos últimos comparten un solo nombramiento. Adicionalmente hay 22 Pueblos con Encanto.
Entre los requisitos que se tienen que cubrir para obtener el reconocimiento están el contar con atractivos históricos, naturales, arquitectónicos y artesanales que los distingan, así como fiestas y tradiciones originarias.
Además de poseer atributos simbólicos, leyendas e historias, o hechos trascendentes que los identifiquen de manera particular, así como que sea patrimonio tangible e intangible o irremplazable.
Asimismo, deben contar con un comité Pro Pueblo Mágico o Pueblo con Encanto, conformado por la sociedad civil y que genere iniciativas en favor de preservar sus edificios históricos, costumbres, tradiciones y realizar acciones que fomenten el turismo de la localidad.
Por atractivos como el Museo Nacional del Virreinato, el acueducto de Xalpa, el parque ecológico Xochitla, las ex-haciendas de Nuestra Señora de la Purísima Concepción y de San Nicolás Tolentino, y la reserva ecológica y turística de Lanzarote, entre otros, en mayo de 2002 Tepotzotlán recibió esta distinción.
Posteriormente en 2005, Valle de Bravo compartió el nombramiento por tener una presa que lleva el mismo nombre, las cascadas Velo de Novia, Río del Molino e Ixtapatongo, los parques Monte Alto/Divisadero y El Pino, así como la Iglesia de San Francisco de Asís y el tempo de Santa María Ahuacatlán.
De igual forma ocurrió en octubre de 2010 en Malinalco, debido a que alberga el Centro Ceremonial Cuauhtinchán, el Santuario del Señor de Chalma, la Parroquia del Divino Salvador y Exconvento Agustino, y los museos Vivo los Bichos de Malinalco y el Universitario “Dr. Luis Mario Schneider”.
Sitios como el Museo de Minería, la Presa Brockman, el Teatro Juárez, vagón Express, la cascada “El Mogote”, el Socavón San Juan, así como su gastronomía, leyendas y el carnaval, El Oro fue nombrado Pueblo Mágico en noviembre de 2011.
Metepec fue reconocido en septiembre de 2012 por sus fiestas populares y barrios, así como por albergar e Santuario del Tepeyac, Ex convento de San Juan Bautista, el Parque Bicentenario, el mercado, la casa y corredores artesanales.
El 25 de septiembre de 2015 la Secretaría de Turismo Federal otorgó este nombramiento a cuatro nuevos pueblos como Aculco, que está situado junto a las montañas, entre espectaculares peñas y cascadas.
