La miel es una sustancia que, además de poseer grandes riquezas naturales y beneficiosas para el cuerpo, también es utilizada para la creación de productos cosméticos y de belleza, como shampoo y máscaras para pestañas.
Este producto denso, ambarino y muy dulce, también se usa para elaborar pan, golosinas y bebidas, y como elemento curativo, pues ayuda a aliviar la tos, mejora la memoria y genera energía a las personas que realizan actividad física.
También favorece la producción de fosfatos orgánicos que regulan el ritmo cardiaco y disminuye el riesgo coronario, influye sobre las enfermedades reumáticas y en el metabolismo hepático, además tiene un efecto desintoxicante en el organismo y es un extraordinario reconstituyente.
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), México produce anualmente más de 58 mil toneladas de miel, de las cuales, en 2016, 29.1 mil toneladas se exportaron, con un valor de 93.7 millones de dólares.
De este modo el país se coloca como el séptimo productor a nivel mundial de este producto y mantiene el tercero como exportador. La apicultura beneficia a más de 42 mil familias, quienes trabajan en 1.9 millones de colmenas.
Los estados con mayor producción de miel son Yucatán, Campeche y Jalisco, al alcanzar más de 11 mil, ocho mil y siete mil toneladas anuales, respectivamente.
Le siguen Chiapas, con seis mil toneladas; Veracruz, con cinco mil; Oaxaca, con cuatro mil; Quintana Roo y Puebla, con tres mil toneladas, cada una, y Guerrero y Michoacán, con dos mil toneladas anuales, respectivamente.
La dependencia señaló que las buenas prácticas aseguran una producción de calidad y eso convierte a la miel mexicana en una de las más cotizadas en el mundo.
De ahí que la apicultura desempeña un papel importante y constituye una actividad proveedora de materia prima para las industrias alimentaria, farmacéutica y cosmética nacional e internacional, además de que en el sector agropecuario resulta fundamental para el ingreso económico de muchas familias mexicanas.
De acuerdo con la Sagarpa, el mercado europeo es un fiel comprador, en particular Alemania y Reino Unido desde hace cinco décadas, aunque también es consumida en Estados Unidos, Suiza, Arabia Saudita, y Japón.
Por su lado, el Consejo Nacional del Sistema Producto Apícola manifestó que México es autosuficiente en producción de miel, aunque no es un consumidor fuerte, pues hay habitantes que nunca la han probado y el consumo promedio per cápita no pasaría de 100 milímetros al año.
“Si el consumo per cápita fuese de un litro en promedio, no tendríamos miel para exportar. La falta de consumo permite ese excedente”, destacó.
Obreros de la miel
En la apicultura moderna la colonia es introducida en una caja construida por el hombre llamada colmena, ello permite criar abejas de manera racional para beneficio económico.
Por ello, es importante que las abejas no desaparezcan, pues no sólo aportan miel o jalea real, sino que son guardianas del ecosistema, porque son indispensables para la polinización, lo que permite la reproducción de las plantas.
Las abejas polinizan 71 de las 100 especies de cultivo en el mundo, pero el cambio climático, los pesticidas y parásitos las están exterminando. Para obtener un kilo de miel, una abeja realiza un promedio de 200 mil vuelos.
Una sola colonia puede elaborar alrededor de 27 kilos de miel, mucho más de lo que necesitan para alimentarse en el invierno. Sagarpa señala que los productos derivados de la colmena son polen, cera, jalea real, propóleo y miel. Estas sustancias desempeñan una función específica y una vez extraídas tienen diversas aplicaciones en la gastronomía, farmacéutica y en la industria cosmética.
La miel es el único alimento natural que no caduca. En el mundo gastronómico enriquece los aromas de los alimentos, mejora el sabor de pasteles, panes y helados, además de otorgar un toque especial a los asados de carne, pollo, pescados y vegetales.