Si bien no existe una cura para el VIH, pero tampoco es sinónimo de muerte, en México hay tratamientos antirretrovirales (Tar) que pueden disminuir significativamente la progresión de la enfermedad, alargar, mejorar la calidad de vida del paciente y disminuir el riesgo de contagio, por lo que en la actualidad se cuenta con terapias que permiten al paciente tener una esperanza de vida muy similar a la que tenía antes de adquirir el virus.
Más de 30 millones de personas en el mundo viven con VIH siendo la población joven, la más afectada. Al respecto, el doctor Marco Banda, Medical Affairs Manager HIV en GSK, destacó que “los jóvenes no consideran las pruebas de detección dentro de sus evaluaciones médicas de rutina, e incluso cuando se les ofrecen, las rechazan pues no se consideran en riesgo”.
El especialista dijo que gracias a los avances médicos, un paciente puede disfrutar de una vida normal con un riesgo mínimo de contagio, siempre y cuando esté bajo tratamiento y supervisión médica.
Por su parte, la directora General del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH-sida (Censida), Patricia Uribe, señaló que desde que en 1983 se reportó el primer caso de sida en México, y hasta el 30 de junio de 2017, existe un registro acumulado de 260 mil 815 personas que se han infectado por el VIH o desarrollado el sida.
La funcionaria dijo que en el país, cada año se registran 12 mil nuevas infecciones de VIH, de las cuales 40 por ciento es en jóvenes, es decir, 4 mil 400 casos.
Destacó que a diciembre 2016, 220 mil personas vivían con VIH, y para 2020, estiman que en el país serán 250 mil.
La titular de Censida aseguró que cada día en el país, 33 personas adquieren el VIH y la tasa de mortalidad fue de 3.8 por 100 mil habitantes, siendo de 1.3 en mujeres y 6.4 en hombres al cierre de 2016.
Censida rebela que los estados con la mayor tasa de casos nuevos diagnosticados en 2016 —tasa por 100 mil habitantes— son: Campeche, 22.1; Guerrero, 9.8; Morelos, 7.9; y Colima y Tlaxcala, con 7.7.
Mientras que para el VIH, las entidades federativas con más incidencia son, de nuevo, Campeche, 17.4; Yucatán, 13.7; Quintana Roo, 7.8; Tabasco, 7.6; y Oaxaca, 6.7. Proporción de casos VIH y de sida en hombres, según casos diagnosticados en 2016: sida, 83.2 por ciento; VIH, 81.3 por ciento.
El TAR no cura la infección por VIH; sin embargo, ayuda a las personas seropositivas a tener una vida más larga y lo más sana posible. Sin el tratamiento pertinente, el VIH puede destruir paulatinamente el sistema inmunológico y evolucionar a sida”.
El sida es la fase más avanzada de esa infección. El VIH no se contagia por contacto casual, como un abrazo, participación en deportes, ni por tocar cosas que hayan sido tocadas con anterioridad por una persona infectada con el virus.
Vacuna contra discriminación
Por su lado, el secretario de Salud, José Narro reprobó la discriminación y exclusión de que son objeto quienes tienen este padecimiento, por lo que “se requiere de una vacuna para la sociedad en contra de la exclusión en favor de la solidaridad, en contra de la intolerancia y en favor al respeto de los derechos humanos de los portadores del virus”.
El funcionario federal demandó un compromiso ético, para que se atienda debidamente la enfermedad y ante ello, dijo, “se requiere de una vacuna para la sociedad en contra de la exclusión en favor de la solidaridads”.
En tanto, la Directora General de Censida, informó que en el país continua con una epidemia concentrada, ya que se reportan tres de cada mil personas de 15 a 49 años están infectadas por el virus con una prevalencia de 3 por ciento.
De acuerdo con datos del organismo que encabeza Patricia Uribe Zúñiga, las poblaciones de riesgo como personas transgénero, trabajadores sexuales y en personas usuarias de drogas inyectables crece la prevalencia de adquiri el virus entre 60 y 90 veces que en la población general.