Por Manuel Álvarez Torres
Houston, EUA., 7 Feb (Notimex).- El ex manager de Astros de Houston, A.J. Hinch salió a decir sus primeras palabras desde que fue suspendido por las Grandes Ligas y despedido por el dueño Jim Crane, en las cuales admitió ser el principal responsable del escándalo de robo ilegal de señales en 2017.
En entrevista para MLB Network, el ex piloto de los “siderales” confesó que a pesar de que él tenía conocimiento del robo de señales no hizo nada para detenerlo, volviéndose cómplice y parte fundamental de la trampa que a la postre les ayudaría a conseguir el título de Serie Mundial.
“Desearía poder haber hecho más. Creo que es algo que procesaré a lo largo de mi suspensión por un año. Es algo que he continuado pensando, en especial cuando te hacen una investigación y tienes que hablar al respecto. Ojalá hubiese hecho algo. Lo que está bien, está bien y lo que está mal, está mal y nosotros nos equivocamos”, admitió Hinch.
En enero, el comisionado Rob Manfred publicó el informe de su investigación en el que detalló que los jugadores de Astros fueron los principales implicados, ayudados por el coach de banca, Alex Cora. Aunado a que Hinch era el responsable número uno.
El ex manager texano admitió que es válido cuestionar el título de Serie Mundial logrado en 2017, pero que confía en que los jugadores demuestren lo contrario en las temporadas venideras.
“Es una pregunta válida. Creo que todos sacarán sus propias conclusiones sobre si está manchado el título. Espero que con el paso del tiempo, y con la demostración de talento de los jugadores, con las carreras que están teniendo se demuestre lo contrario”, declaró.
Asimismo, el timonel de 45 años se rehusó a comentar acerca del uso de artefactos electrónicos en sus jugadores y señaló que confía en el resultado de las investigaciones hechas por la oficina del comisionado.
Hizo hincapié en que está situación le servirá como aprendizaje y aseguró que de ninguna manera se esconde ante las críticas y sale a dar la cara y asumir la culpa de sus errores.
“Debí haber tenido una reunión para hablar del tema y terminar con el asunto. Para mí, el liderazgo se trata de lo que demuestras. El liderazgo es lo que toleras. Y yo toleré demasiado. Quería que la gente supiera que a mí no me gustaba. Debí haber hecho más. Debí haberlo hablado directamente”, confesó el piloto campeón del Clásico de Otoño de 2017.
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