Las malas condiciones de la cancha del Estadio Azteca y las fuertes lluvias de los últimos días han puesto a pensar al América y también al Cruz Azul respecto a si es buena idea seguir jugando en una cancha en mal estado.
Luego de este fin de semana, el técnico Miguel Herrera y la directiva de las Águilas comenzaron a contemplar jugar algunos partidos fuera del Azteca mientras se pone a punto la cancha.
Se espera que esta semana la gente encargada del mantenimiento de la cancha –misma responsable del montaje– tenga una respuesta en torno a si es conveniente dejar algunas semanas el Azteca hasta que el pasto quede en perfectas condiciones.
En caso de que los encargados del cambio de césped digan que es conveniente dejar el estadio, la medida también afectaría a Cruz Azul, que aún sin declarar nada al respecto también está empezando a buscar opciones, por si es necesario salir del Azteca unas semanas.
Uno de los factores que principalmente afecta para que la cancha del inmueble dos veces mundialista no esté en perfectas condiciones es el clima de las últimas semanas y la constante actividad que ha tenido con partido de Liga MX, Copa y también la Liga MX Femenil.
La delicada cancha híbrida
El césped híbrido es una combinación entre césped natural (en un 95 por ciento de hierba, aproximadamente) y material sintético (un tejido que se hace con el enredado del pasto y otros materiales).
Después de remover el césped natural del Coloso de Santa Úrsula, la tierra quedó al descubierto y el área requirió otros trabajos previos al montaje del nuevo pasto, como la colocación de la nueva plancha de material sintético que sostendría la nueva gramilla, además de labores de riego y de nivelación.
La actual problemática es que las fibras artificiales necesitan unirse a las naturales para vigorizarse como una sola alfombra que garantiza la estabilidad y resistencia del campo para más partidos. La resistencía del césped híbrido es tal, que con los eventos o conciertos masivos, se puede pisar sin restricciones y no se maltrata.