Todo parece listo: Neymar está listo para irse del Barcelona y el París Saint Germain está preparado para desembolsar la friolera de 222 millones de euros por sus servicios.
El brasileño rompió su silencio ayer e informó al club y a sus compañeros que decide marcharse. Su representante, Wagner Ribeiro, confirmó que PSG aceptó pagar la exorbitante cláusula de rescisión.
Neymar había prorrogado su contrato el año pasado hasta el 2021. El documento incluía una cláusula de rescisión de 222 md€ (262 millones de dólares).
Ribeiro dijo que “después de que Neymar me dio la luz verde el 1 de agosto, viajé a París y me traje la oferta de PSG de pagar la cláusula”. Agregó que Neymar se presentará al club francés este fin de semana.
De concretarse la transferencia, se destrozaría el récord actual para una transferencia, que son los 105 millones de euros (116 mdd de entonces) que el Manchester United desembolsó por el mediocampista francés Paul Pogba, el año pasado.
Tanto el presidente del Barça, Josep Bartomeu, como el de la Liga española, Javier Tebas, analizan quejarse ante la UEFA, alegando que la compra el club francés violaría las reglas de juego limpio financiero. En el vestuario, los jugadores ya se estaban despidiendo del brasileño.
“Te deseo mucha suerte en esta nueva etapa de tu vida. Nos vemos Tkm”, dijo Lionel Messi en su cuenta de Instagram, usando la abreviatura de “te quiero mucho”. “Fue un placer enorme haber compartido todos estos años con vos, amigo”.
No fue posible hablar con representantes del PSG para confirmar el traspaso.
Con su juego rápido, su talento y su olfato para el gol, el brasileño ayudó al Barcelona a mantenerse como uno de los mejores equipos de Europa durante las últimas cuatro temporadas, en las que se afianzó como una estrella de talla mundial.
Junto a Messi y Luis Suárez, formó un tridente de ataque casi imparable. El ariete marcó 105 goles y fue un jugador clave para ganar una Champions League, dos ligas españolas, tres Copas del Rey, un Mundial de Clubes, una Supercopa de Europa y dos de España. Pero incluso antes de este rocambolesco final, Neymar ya había causado más de un dolor de cabeza a los culés.
Su traspaso desde el equipo Santos brasileño, en 2013, se convirtió en una fuente de problemas legales que persiguen al club desde entonces. El Barcelona dijo en su día que el goleador había costado 57 millones de euros, pero un juez instructor fijó el precio del traspaso en al menos 83.3 millones. Bartomeu y su predecesor, Sandro Rosell –quien dimitió en medio del escándalo– serán juzgados por administración fraudulenta.
Neymar ha mezclado su talento para crear goles de fantasía con algunos episodios de inmadurez sobre el terreno de juego, a menudo provocando a los defensas o intentando humillarlos con su habilidad.
Pero nadie duda de que el brasileño es uno de los grandes talentos de su generación. El PSG lo sufrió de primera mano en la última edición de la Liga de Campeones.
En su actuación más memorable en el Camp Nou, la estrella del “Scratch do Ouro” anotó dos goles y gestó otros dos en una victoria azulgrana por 6-1, que dio la vuelta al 4-0 logrado por los parisinos en la ida de los octavos de final.