La Roma obró una épica remontada al vencer el martes 3-0 al Barcelona para avanzar a las semifinales de la Liga de Campeones, dándole la vuelta a una desventaja de tres goles tras el partido de ida.
Los Giallorossi visaron su pase gracias al criterio de los goles de visitantes, pese a la derrota 4-1 en la ida de los cuartos de final.
El defensor griego Kostas Manolas anotó el gol decisivo con un frentazo tras un tiro de esquina a los 82 minutos, en un Stadio Olimpico que toda la noche fue una auténtica caldera. Manolas había sido uno de los villanos del previo partido en el Camp Nou, como autor de uno de los dos autogoles que parecían hundir al club italiano.
“No fue suerte. Este es el resultado”, dijo el técnico de la Roma Eusebio Di Francesco. “Pero no nos conformamos con esto. Este equipo tiene que apuntar a (la final en) Kiev. Este es un equipo extraordinario. ¿Por qué no podemos tener esa ambición?”.
Previo al partido, Di Francesco había reconocido que su equipo iba a necesitar de un “milagro” para seguir en competencia. Los locales recibieron el empuje ánimo para intentarlo con el gol de Edin Dzeko tras un desprolijo despliegue defensivo del Barcelona.
El delantero bosnio dominó un pase en elevación, colándose entre los defensores Samuel Umtiti y Jordi Alba, y empujó el balón para su sexto tanto de la actual edición del torneo.
Cerca de la hora de partido, Dzeko provocó que Gerard Piqué le cometiera un penal que Daniele De Rossi transformó en gol.
Lionel Messi y Luis Suárez, los rapaces goleadores sudamericanos del equipo catalán, casi que ni gravitaron en un duelo en el que la Roma salió a presionar bien arriba, quitándole la posesión a su oponente durante largos tramos.
Los papeles se habían invertido: la Roma se había apoderado de un concepto de juego que identifica al Barcelona.
“No hemos tenido respuestas, a ellos les ha salido todo”, admitió el técnico azulgrana Ernesto Valverde. “A nosotros nos costaba sacar juego. Ellos, con su presión, nos obligaban a lanzar, nos pillaban separados”.
El cotejo pudo haber marcado una despedida amarga de Andrés Iniesta en la “Champions”. El volante del Barcelona estaría sopesando poner fin a su brillante trayectoria con el club catalán.
“Bueno, es una de las probabilidades, y duele más”, indicó Iniesta en declaraciones a la televisión de su país.
La Roma capitalizó con su juego aéreo mediante Dzeko y Patrik Schick, y su sofocante defensa provocó que el Barcelona cometiera inusitados y groseros errores en su circuito de pases.
Se trata de la primera vez que la Roma se mete en las semifinales desde que perdió la final de 1984 ante Liverpool por penales en su propio estadio — y es el tercer año seguido que el Barcelona naufraga en esta etapa.
La eliminación aborta el sueño de un triplete de títulos del Barsa. Amplio líder en la Liga española y finalista de la Copa del Rey, los azulgranas dilapidaron por primera vez una ventaja de tres goles en una eliminatoria europea a doble partido.
Solo dos clubes habían logrado voltear un déficit de tres goles tras la ida en la Champions. El Deportivo La Coruña eliminó 4-0 al Milan, revirtiendo un 4-1 inicial en los cuartos de final de 2004. Y recién el año pasado, el mismo Barcelona liquid 6-1 al Paris Saint-Germain, luego de caer 4-0 en el primer duelo de su eliminatoria de octavos de final.
“No hay otro remedio, hay que aguantar los días duros que vienen sin duda”, dijo Valverde. “Tenemos que centrarnos en ganar lo que nos queda porque no hemos ganado nada. Duele mucho y hay que mirar hacia el frente”.
De Rossi, el veterano capitán romanista, gestó el primer gol de Dzeko, definiendo con un toque de zurda para batir al arquero Marc-Andre ter Stegen.
Las únicas ocasiones de peligro que generó el Barsa en el primer tiempo fueron con tiros libres, en los que Messi remató alto. Suárez se frustró tanto por no recibir balones que llegó a manotear el césped en un momento.
Dzeko volvió a aparecer en el segundo tiempo con una demostración de puro tesón, sacándose de encima a Piqué y Umtiti al encarar a gol. Piqué no tuvo otra opción que sujetar el brazo izquierdo de Dzeko y el delantero cayó al piso.
El árbitro no señaló de inmediato al manchón, pero luego le sacó la amarilla a Piqué y decretó el penal que De Rossi pateó pegada al palo derecho. Aunque adivinó la dirección, Ter Stegen no pudo llegarle al balón.
Ter Stegen se lució a los 79 con una atajada providencial al remate del suplente Stephan El Shaarawy.
Pero tres minutos después, el arquero azulgrana fue vencido con el cabezazo picado de Manolas al segundo palo.
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— Capital EdoMex (@CapitalEdomex) April 10, 2018