MESA, Arizona, EE.UU. (AP) — Miguel Amaya no olvida la primera vez que estuvo en diamante de béisbol. Tenía cuatro años de edad y el prospecto panameño de los Cachorros de Chicago nunca creyó que lo ocurrido ese día le encaminaría a una carrera en el deporte.
“El coach me dijo que estaba gordo y que el gordo tiene que ser el cátcher”, dijo Amaya en uno de los terrenos secundarios del complejo de entrenamientos de pretemporada de los Cachorros. “Desde ese día, me gustó jugar como cátcher.
Amaya, quien cumplió 20 años el sábado, firmó con los Cachorros en 2015 y tiene un futuro brillante. Ya no es regordete, pero un corpulento espécimen que mide 1,86 metros (6,1 pies) y 185 libras y que sigue creciendo.
“Pienso que él tiene ciertos intangibles que uno desea detrás del plato”, dijo Alex Suárez, director de los Cachorros para talentos internacionales y desarrollo de jugadores. “Él es un gran compañero y se enseñó inglés a sí mismo. Se ha esforzado para poder comunicarse con los jugadores anglohablantes e hispanohablantes”.
“Las herramientas que tiene detrás del plato y en el plato prueban que él encaja en el nivel profesional y que es alguien a quien definitivamente tenemos que prestar atención”.
Cuando Amaya, que es oriundo de La Villa de los Santos, en Panamá, se reportó en la academia de los Cachorros en la República Dominicana en 2016, él insistió en que los entrenadores le hablasen en inglés. Está subiendo firmemente, jugando la campaña pasada en la Clase A, donde bateó .261, con 12 jonrones y 52 empujadas en 116 partidos.
¿Qué necesita para llegar a las Grandes Ligas?
“He estado trabajando más en mi bateo”, dijo Amaya. “Yo he jugado como cátcher desde que tenía 4 años y no lo sé todo sobre la posición, pero es mi trabajo. Se mucho sobre la receptoría. Batear es muy difícil. He estado trabajando en eso y aprendiendo a batear la pelota en la zona de strikes. Pienso que necesito jugar más partidos para llegar a las mayores, para madurar”.
Será joven pero sabe lo importante que su papel es en cualquier club.
“El cátcher es el cerebro del equipo”, dijo. “Es el cerebro del partido. Somos los únicos que estamos frente a todo. Siempre lo estamos observando todo. Tenemos que estar alertas _ tenemos que pasar las señales a todo el equipo. Si los corredores se adelanten mucho tenemos que tirar a las bases. Tenemos que hacerlo todo”.
BaseballReference.com lista a 62 panameños que han llegado a las Grandes Ligas, incluyendo el taponero Mariano Rivera, recién elegido al Salón de la Fama.
“Nunca lo he conocido, pero verlo jugar en las mayores, ése es un buen ejemplo para todos los panameños, porque queremos seguirles los pasos”, dijo Amaya. “Él estará en el Salón de la Fama. Eso es bueno para todos los panameños”.
Suárez comentó: “Panamá parece ser un mercado secundario emergente en la arena internacional y muchos jugadores buenos están llegando de allí. Definitivamente está siendo seguido mucho más que lo que lo ha sido”.
Amaya simplemente está tratando de llegar a las mayores.
Algo es seguro, no obstante: Ya no es más el gordito en el terreno.
“No, ahora soy fuerte”, dice, entre risas.