El partido entre el Olympique de Lyon y el Bastia ayer quedó suspendido al término del primer tiempo, luego de que fanáticos de la escuadra local invadieron por segunda vez el terreno de juego del Estadio Armand Cesari y atacaron a algunos jugadores.
El inicio del juego se demoró 55 minutos, tras la primera invasión, en donde poco antes de terminar el calentamiento, integrantes del grupo de hinchas ’Bastia 1905’ se colaron en la cancha para forcejear con algunos elementos de Lyon, entre ellos Mathiew Gorgelin y Memphis Depay.
En cuanto el silbante Amaury Delerue pitó el final de los primeros 45 minutos (con el marcador empatado a cero goles), se dio una nueva invasión con más agresiones.
Anthony Lopes, portero de Lyon, se dirigía hacia los vestuarios tras el silbatazo del árbitro, cuando un hincha local lo encaró. Lopes lo empujó, mientras se llevaban a cabo más altercados entre otros aficionados del Bastia y futbolistas del Olympique.
Los elementos de ambos equipos huyeron hacia los vestidores, antes de que las autoridades controlaran el incidente. Al parecer, ningún jugador salió lastimado.
La liga francesa de futbol indicó en un comunicado, que tras las primeras agresiones, se decidió realizar el partido, pero en caso de que los hinchas reincidieran con sus actos, se suspendería.
“Tras el último incidente producido al término del primer tiempo la LFP ha decidido suspender definitivamente el encuentro entre el Bastia y el Lyon. Esta decisión fue adoptada en conformidad con las instrucciones impartidas por el Director Departamental de Seguridad Pública… Es conducta incalificable de algunos aficionados del estadio Armand-Cesari”“, señala el comunicado emitido por la Liga Profesional.
Esta fue la segunda ocasión en los últimos días que un encuentro del Olympique se ve involucrado en actos de violencia, luego de que se presentaran sucesos similares antes del encuentro de ida en la Europa League, ante el Besiktas de Turquía. La UEFA abrió un procedimiento disciplinario contra ambos clubes y acusó al Olympique de “organización insuficiente” por permitir las bengalas en el recinto y la presencia de aficionados en las escaleras de las gradas que bloquearon las salidas.
El técnico del equipo lionés Bruno Genesio, repudió los hechos cuando se encontraba en el túnel de vestuarios y todo quedó grabado en la transmisión televisiva.
“¡Hay que parar, hay que parar, han golpeado a los jugadores! No vamos a la guerra”, exclamó.