El Gobierno de unidad en Libia solicitó ayer el levantamiento del embargo armamentístico que pesa sobre el país magrebí desde 2011, algo que la comunidad internacional y Estados Unidos observan, en principio, con buenas intenciones.
Algunas potencias internacionales pretenden levantar parcialmente la incautación de armas en Libia para facilitar la lucha contra el yihadismo en el país, sumido en el caos desde 2011, informó el Secretario de Estado estadounidense, John Kerry.
“La comunidad internacional apoyará la exención del embargo armamentísticos del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para adquirir municiones y luchar contra el autodenominado Estado Islámico (EI)”, declaró Kerry durante una rueda de prensa en Viena.
Francia y Alemania ya advirtieron al inicio de la conferencia, donde participaron una veintena de Ministros, que la inestabilidad en Libia y el auge del EI suponen una amenaza para Europa.
El jefe del Gobierno de unidad libio, designado por la ONU, Mohamad Fayez, pidió a los países en la reunión aliviar el decomiso de armas, así como el entrenamiento y la asistencia de las fuerzas libias para combatir el terrorismo.
El líder libio insistió en que lo que se solicita es apoyar, pero no una intervención de fuerzas extranjeras.
La petición de aligerar el embargo fue bien acogida por los participantes en la reunión, según explicó Kerry, aunque matizó que no se trata de levantar las limitaciones a la importación de armas sino de aplicar excepciones.