El pleno del Tribunal Supremo de Brasil analizará una demanda que insta a la apertura de un juicio político contra el presidente interino, Michel Temer, informaron ayer fuentes judiciales.
El nuevo Mandatario sustituyó la semana pasada a Dilma Rousseff, suspendida para responder también a un proceso de juicio político.
El magistrado Marco Aurelio Mello, uno de los once miembros del tribunal, anunció que remitirá al pleno una demanda que acusa a Temer de irregularidades.
Éstas serían similares a las que llevaron al Senado a iniciar el acusación con miras a una posible revocación de Rousseff.
En el caso de Temer, la acción fue presentada por Mariel Marley Marra, un abogado que dice actuar por cuenta propia y recurrió al Supremo después de que la Cámara de Diputados, que tiene la potestad de decidir sobre la apertura de un juicio contra un Mandatario, no aceptó a trámite su demanda.
Según el abogado, en la condición de vicepresidente que ocupaba hasta la semana pasada, Temer suscribió en 2015 cuatro decretos que modificaron los presupuestos del Estado sin haber sido aprobados por el Congreso.
La firma de decretos relativos a los presupuestos sin la debida venia parlamentaria es una de las vertientes de las acusaciones que pesan contra Rousseff, que además se apoyan en unas maniobras fiscales irregulares que permitieron “maquillar” los resultados del Gobierno en 2014 y 2015.
La fecha en que será juzgada la demanda presentada por el abogado Marley Marra contra Temer deberá ser fijada por el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lewandowski.
Éste último aún no ha decidido sobre la convocatoria al pleno para analizar ese caso específico. Rousseff fue suspendida de sus funciones durante los 180 días que puede durar el juicio político en el Senado y Temer ocupará el cargo durante ese período.
Aunque gobernaría hasta el 1 de enero de 2019 en caso de que se llegue a la destitución definitiva de la Mandataria. Si Rousseff fuera absuelta por la Cámara alta, deberá recuperar el cargo una vez que se publique la sentencia.