Por Diego Oré, Lizbeth Diaz y Raul Cortes

CIUDAD DE MÉXICO, 16 oct (Reuters) – La captura del exjefe del Ejército mexicano Salvador Cienfuegos en Estados Unidos, acusado de proteger a un cártel de drogas y colaborar en sus actividades, causó el viernes un terremoto en el país latinoamericano, donde el presidente Andrés Manuel López Obrador prometió una purga en las Fuerzas Armadas.

El general Salvador Cienfuegos, secretario de Defensa en la gestión del mandatario Enrique Peña (2012-2018), fue aprehendido el jueves en Los Ángeles, a pedido de la Administración de Control de Drogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés).

De rostro y mirada severas, este hombre alto que alguna vez prometió combatir el narcotráfico era considerado intocable, como todo mando castrense en un país donde el Ejército ha participado activamente en la lucha contra el crimen organizado en los últimos tres mandatos presidenciales, incluido el actual.

Tras conocer el arresto del exsecretario en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles mientras se desplazaba con su familia, López Obrador calificó el caso de “muy lamentable” y prometió limpiar las Fuerzas Armadas, aunque respaldó su liderazgo actual.

Fiscales estadounidenses acusan al militar retirado de 72 años de cuatro delitos, tres por narcotráfico (distribución, importación y manufactura de heroína, cocaína, marihuana y metanfetaminas) y uno por lavado de dinero.

En la acusación en la corte federal del distrito este de Nueva York desclasificada recientemente, Cienfuegos es identificado con los alias de “El Padrino” y “Zepeda”, este último por su segundo apellido. En México no era investigado, confesó López Obrador.

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AL SERVICIO DE UN CÁRTEL

Las evidencias obtenidas de “miles” de comunicaciones en Blackberry Messenger probarían que Cienfuegos ayudó al cártel de los hermanos Beltrán Leyva de “numerosas formas”, entre ellas “asegurando” que las operaciones militares no se llevaron a cabo contra ese grupo.

El cártel, liderado originalmente por los hermanos Beltrán Leyva, es una organización criminal nacida en el estado noroccidental Sinaloa. Inicialmente, estuvo aliado con el Cártel de Sinaloa, del apresado Joaquín “El Chapo” Guzmán, pero posteriormente se enfrentaron a sangre y fuego.

Los fiscales de Estados Unidos también acusan a Cienfuegos de iniciar operaciones militares contra mafias rivales a los Beltrán-Leyva, localizarle embarcaciones para trasladar droga, permitir su expansión territorial y presentar a sus cabecillas con otras autoridades corruptas.

Por último, lo responsabilizan de advertir al cártel sobre investigaciones en curso de fuerzas estadounidenses y del uso que hacían de testigos y confidentes, hasta el punto de provocar la muerte de un miembro de la organización criminal.

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UN RETO PARA EL PRESIDENTE

López Obrador, conocido por su acrónimo AMLO, advirtió que habrá represalias “si se demuestra que hay una red, una relación de complicidades y si salen a relucir nombres, ya sea de civiles o de militares”.

“No vamos nosotros a encubrir a nadie, ya pasó ese tiempo”, prometió, al remarcar que lo sucedido demuestra que el principal problema de México es la corrupción, causa de desigualdad, inseguridad y violencia. “Cero corrupción, cero impunidad, sólo así vamos a limpiar, a purificar la vida pública”.

No obstante, expresó su confianza en los actuales secretarios de Defensa y de Marina, y en las Fuerzas Armadas en general, que definió como fundamentales para el desarrollo nacional y un pilar del Estado.

Desde que llegó al poder en diciembre de 2018, López Obrador ha ido otorgando progresivamente cada vez más poder a los militares, ratificando su incorporación previa a la lucha contra la delincuencia organizada con una reforma legal y entregándoles obras de infraestructura centrales de su gestión.

Según el analista Erubiel Tirado, el mandatario deberá revisar su relación con el estamento castrense. “Es muy diferente ser leales a la constitución, a sus principios, a ser fieles a la personalidad de AMLO”. “Lo que busca AMLO es fidelidad ciega de las fuerzas armadas, esto es grave”, añadió.

“La ceguera del presidente lo único que puede provocar es que haya una purga al interior de Fuerzas armadas, lo cual es grave porque esto llevaría a una fractura institucional de las Fuerzas Armadas”, agregó Tirado, experto en temas de seguridad y fuerzas armadas.

Cienfuegos es el segundo alto jerarca mexicano del aparato de lucha contra el narcotráfico aprehendido en Estados Unidos en los últimos meses, tras la captura de Genaro García, exsecretario de Seguridad Pública durante el mandato de Felipe Calderón entre 2006 y 2012.

García, de 52 años, se ha declarado inocente en un juicio de participar en un esquema de sobornos multimillonarios para proteger al Cártel de Sinaloa, dirigido por el ahora encarcelado Joaquín “El Chapo” Guzmán.

López Obrador explicó el viernes que la detención de Cienfuegos “tiene que ver con el mismo juzgado de Nueva York que lleva los asuntos de García Luna y, anteriormente, que tuvo que ver con los asuntos de Guzmán”, sin dar más detalles.

El arresto se produce menos de tres semanas antes de las elecciones de Estados Unidos, donde el presidente Donald Trump ha hecho de la represión de los cárteles de la droga una prioridad, aunque sin grandes avances desde que asumió el cargo en 2017.

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(Reporte adicional de Ana Isabel Martínez y Drazen Jorgic)