Algunos de los dos mil 300 niños que se estima viajan en la caravana migrantes por el sur de México están enfermos o sufren deshidratación, dijo la UNICEF este viernes.
La agencia de Naciones Unidas para la Infancia pidió que los menores reciban protección y acceso a agua potable y otros servicios básicos. Además, dijo que está trabajando con las autoridades mexicanas para proporcionar agua potable y productos de higiene.
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Advirtieron que el largo y complicado viaje hasta la frontera con Estados Unidos deja a los niños “expuestos a las inclemencias del tiempo, que incluyen temperaturas peligrosamente altas, con acceso limitado a un alojamiento adecuado”.
Aunque muchos de los migrantes huyen de la violencia y la pobreza en sus países de origen, “el viaje el largo, incierto y lleno de peligros, incluyendo el riesgo de explotación, violencia y abusos”, apuntó la agencia.
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