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Chilenos acuden masivamente a decidir si avanzan una nueva Constitución

Por Fabián Andrés Cambero y Aislinn Laing

SANTIAGO, 25 oct (Reuters) – Largas filas de chilenos protegidos con mascarillas llenaban el domingo los centros de votación en una pacífica jornada en la que deciden si quieren una nueva Constitución y el mecanismo para redactarla, mientras se resguardan los protocolos sanitarios para combatir la pandemia en uno de los países más golpeados por el coronavirus.

El acuerdo político para abrir la puerta a una nueva carta magna surgió tras una ola de protestas del año pasado, a veces violentas, originadas en reclamos que van desde críticas al sistema capitalista hasta mejorar condiciones en salud y educación.

Pese a que el retraso en la llegada de algunos encargados de las mesas y las medidas sanitarias demoraron la instalación de algunos puntos, la gente acudió pacientemente a ejercer su derecho al sufragio.

El presidente Sebastián Piñera sufragó temprano e invitó a los ciudadanos a respaldar la opción de su preferencia, destacando que la mayoría de los chilenos quiere perfeccionar la Constitución.

“El plebiscito es un camino democrático, es mejor, es más fecundo y nos lleva a mejor puerto que el camino de la violencia, y tengo la absoluta convicción que la inmensa mayoría de los chilenos creemos en la democracia”, dijo a periodistas tras emitir su voto.

El sufragio y todo lo que podría desencadenar tiene un fuerte componente simbólico pues es visto como un final definitivo de la Constitución de 1980, redactada a puertas cerradas durante la dictadura de Augusto Pinochet.

“Quiero cambios pero me gustaría que fueran paulatinos, con tiempo y siento que este cambio que nos están vendiendo los políticos no va a ser lo que ellos prometen sino que va a ser algo más violento”, dijo Alejandra, una vendedora de una tienda de ropa, quien admitió que votó para rechazar la idea de una nueva carta magna.

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ASISTENCIA MASIVA

Más de 14,8 millones de personas, entre chilenos y unos 380.000 extranjeros residentes, podían votar en 2.715 locales a lo largo del país.

El ministro portavoz del gobierno, Jaime Bellolio, dijo que había una buena evaluación del proceso con presencia de muchas personas en algunos centros.

Tras posponerse en abril debido a la propagación del COVID-19, las autoridades decidieron llevar adelante el plebiscito bajo estrictos protocolos sanitarios.

“Estoy muy emocionada. Después de esperar tanto por este proceso, después que se consiguió el plebiscito el año pasado, que fuera a aplazado en abril, del miedo a un rebrote que nos confine de nuevo, es tan importante que esté ocurriendo hoy este hecho histórico”, dijo a Reuters Alma San Martin, una estudiante de 26 años tras sufragar en el centro de Santiago.

Todos los centros de votación en el centro de la capital fueron desinfectados y preparados con superficies antivirales de cobre para disminuir los riesgos de contagios, en momentos en que el país ya superó los 500.000 contagios y se acerca a 14.000 fallecidos.

El sistema de transporte público amplió sus horarios y será gratuito para facilitar el desplazamiento de las personas hacia los centros de votación.

El toque de queda nocturno vigente para contrarrestar la propagación del virus también se aplazó para que la gente pueda volver a sus casas.

La autoridad electoral informó previamente que en torno a las 20.00 hora local (2300 GMT) anunciaría el resultado de la votación de chilenos en el exterior y una hora más tarde entregaría el primer boletín oficial de mesas locales.

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(Escrito por Fabián Andrés Cambero, con reporte adicional de Natalia Ramos; Editado por Javier López de Lérida)

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