El presidente de EU, Barack Obama, llegó a Arabia Saudí donde se reunió con el Rey Salman y con el resto de mandatarios del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG).
Está previsto que su visita, la primera desde que se firmó el acuerdo nuclear con Irán, se centre en los asuntos de seguridad, dadas las crecientes diferencias sobre las cuestiones regionales entre ambos socios comerciales.
En la mesa estarán temas de cómo intensificar la lucha contra los yihadistas, la búsqueda de una solución política a las guerras de Siria y Yemen, pero también las formas de reforzar la cooperación en materia de seguridad que convenzan a sus interlocutores de que Washington comparte sus preocupaciones.
El esfuerzo es fruto de la evidente discrepancia sobre las políticas regionales que se vieron desde la primavera árabe.
El último episodio público de esas diferencias se generó por una entrevista a Obama el mes pasado en la que sugirió que Arabia Saudí debía alcanzar una suerte de “paz fría” con Irán, su vecino y rival.
El acuerdo nuclear con la República Islámica y la negativa de Obama a intervenir en Siria contra el régimen de Bachar al-Assad (a quien apoya Teherán) irritó sobremanera a los miembros del CCG.