El magnate y empresario de bienes raíces y hoy presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, heredó el negocio familiar de la construcción de su padre, Fred Trump, lo que le dio el impulso necesario para comenzar a forjar su actual fortuna, convirtiéndolo si no en la persona más rica de Estados Unidos, sí un importante emprendedor en el mundo inmobiliario con cierto don para realizar negocios.
Fue en 1975 cuando el padre de Trump fundó la Organización Trump, con sede en Nueva York. Poco a poco, la organización fue haciéndose con el control de diversas propiedades en Manhattan que fueron remodeladas y adaptadas para convertirse en lujosos y exclusivos espacios de entretenimiento y alojamiento que pusieron en el reflector a Trump y su idea de hacer negocios.
De acuerdo con el propio Trump, su padre le habría prestado en 1975 aproximadamente un millón de dólares para iniciar con sus propios negocios.
La construcción de la icónica Torre Trump sobre la Quinta avenida en Manhattan comenzó en1980. Sin embargo, la primera intervención de la familia Trump fue en el Hotel Commodore. Posteriormente vinieron la construcción y remodelación de diversos espacios en Nueva York y luego, poco a poco fueron incursionando en otros estados de la Unión Americana y del mundo.
El portafolio de negocios de Donald Trump está compuesto por hoteles en Estados Unidos y otros países, campos de golf, residencias y centros de entretenimiento.
En 1980, cinco años después de haberse fundado la organización, comenzó a “prestar” su apellido para que otras compañías lo usaran. Siete años después, en 1987, su libro “El arte de la negociación” vio la luz del día, donde hablaba de su forma ruda al momento de hacer negocios y cerrar un trato. Su participación el el programa “El Aprendiz”, también ayudó a popularizar su estilo de hombre de negocios.
La fortuna de Trump ha sido cuestionada en numerosas ocasiones debido a sospechas de evasión de impuestos y el uso de dudosos esquemas fiscales.
Una investigación del diario The New York Times indica que el préstamo que el actual presidente de Estados Unidos recibió de su padre, asciende a por lo menos 60.7 millones de dólares. También revela un complicado entramado de prácticas dudosas para evitar el pago de impuestos por las operaciones y movimientos financieros de la familia Trump.
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