Por Marcelo Rochabrun y Cassandra Garrison
LA PAZ/BUENOS AIRES, 21 oct (Reuters) – La contundente victoria del Movimiento al Socialismo (MAS) en las elecciones presidenciales de Bolivia el domingo podría ser el anuncio de un año de dramáticos cambios en el signo político de Latinoamérica, a medida que el impacto de la pandemia corroe la imagen de gobiernos y alienta la demanda por cambios.
El candidato del MAS Luis Arce, quien ocupó el puesto de ministro de Economía durante el gobierno de Evo Morales, ganó la presidencia en Bolivia, prometiendo cuidar el gasto social cuando asuma el cargo el próximo mes, relevando al actual gobierno interino conservador.
“La pandemia ha causado que el pueblo boliviano sufra y este Gobierno no ha sabido manejarlo”, dijo Nicanor Baltazar, líder de la Central Obrera Boliviana (COB). “El pueblo entendió eso”, agregó.
Latinoamérica es una de las regiones del mundo que más muertes por COVID-19 y cuya economía ha sido más castigada.
(Gráfico sobre contagios y muertes en América Latina: https://tmsnrt.rs/33DbZdJ)
Según analistas, el resultado en Bolivia podría marcar el inicio de un cambio hacia el “populismo” a medida que se acercan más comicios en 2021.
El año próximo habrá elecciones presidenciales en Chile, Perú, Ecuador, Honduras y Nicaragua, mientras que México y Argentina tendrán importantes comicios legislativos.
Incluso antes del brote mundial de coronavirus, violentas protestas conmocionaron a países de la región como Chile y Colombia, debido a la creciente desigualdad y escándalos políticos.
Con la previsión de una contracción de más de 9% este año para la economía de Latinoamérica de 5,7 billones de dólares y pronósticos de que indicadores de pobreza para sus 650 millones de habitantes retrocedan a niveles de hace 15 años, las tensiones ya están aumentando.
(Gráfico de previsiones económicas del FMI para América Latina: https://tmsnrt.rs/3o10aay)
Por la pandemia, los gobiernos latinoamericanos tendrán que soportar la carga de dolorosos déficits y enfrentar las demandas de votantes molestos que piden medidas para contener la pobreza y ayuda, dijo Benjamin Gedan, director del Proyecto Argentina del Centro Wilson, en Estados Unidos.
“El impacto de la pandemia en Latinoamérica es pan del cielo para (…) populistas, que van a prometer repudiar deudas, rechazar recortes presupuestarios y luchar contra la corrupción”, señaló.
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REACCIÓN CONTRA EL FMI
Con muchos países trastabillando bajo pesadas deudas soberanas, una reacción contra el sistema financiero global encarnado en el Fondo Monetario Internacional (FMI) ya se está articulando.
En una entrevista con Reuters el martes, Arce rechazó la idea de que Bolivia acuerde un crédito con el FMI y señaló que aplicará medidas de asistencia social las veces que haga falta.
En Costa Rica, señalada como una de las historias de éxito económico de la región, la propuesta de un acuerdo con el FMI provocó días de manifestaciones violentas contra el Gobierno de centroizquierda del presidente Carlos Alvarado.
Por otro lado, en Ecuador, donde se celebrarán elecciones presidenciales en febrero, sindicatos liderarán manifestaciones contra un acuerdo con el FMI el jueves, conmemorando una serie de protestas del año pasado que llevaron al presidente Lenin Moreno a retrotraer recortes en subsidios a combustibles.
En el país andino, potenciales candidatos están posicionándose para los comicios a través de críticas a la línea que Moreno negoció con el FMI.
En Colombia miles de indígenas, estudiantes, profesores y miembros de organizaciones sociales y sindicales protestaban el miércoles, en una nueva manifestación contra las políticas económicas y sociales del presidente conservador Iván Duque.
En tanto, en Chile, donde hubo protestas durante el fin de semana, el Gobierno del presidente Sebastián Piñera revirtió medidas de austeridad y realizará un referéndum el domingo donde se decidirá si se redacta una nueva Constitución, abandonando la que fue escrita durante la dictadura de Augusto Pinochet.
Claudia Navas, una analista de Control Risks con sede en Bogotá, dijo que el amplio triunfo de Arce en Bolivia podría darle una “referencia clave” a los movimientos de oposición de centroizquierda de Latinoamérica, en particular en Colombia y en Ecuador, donde están ganando terreno.
“Las condiciones son favorables para que partidos políticos de izquierda ganen más espacios políticos, sino la presidencia”, dijo Navas.
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“RIESGO DE UN RETROCESO”
Sin embargo, Gobiernos de todos los colores políticos se encuentran al riesgo a medida que aumenta la ira por la caída de los niveles de vida. En Argentina, el presidente de centroizquierda Alberto Fernández ha visto caer sus índice de popularidad debido a las críticas por su manejo de la pandemia.
En las dos economías más grandes de la región, Brasil y México, líderes populistas ya estaban siendo los beneficiarios electorales de una creciente frustración por un lento crecimiento económico y altos niveles de corrupción antes del inicio de la pandemia.
El presidente de Brasil Jair Bolsonaro, un populista de derecha que llegó inesperadamente al poder en el 2018, ha mantenido sus niveles de popularidad durante la pandemia mediante un crecimiento del gasto social.
En México, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha aplicado medidas de ayuda social generalizadas y ha logrado mantener el foco de los debates sobre escándalos de corrupción pasados y no sobre su manejo de la pandemia.
Stephen Liston, director senior en la oficina de Washington del Consejo de las Américas, advirtió de que el enojo y la desconfianza hacia los gobiernos a medida que empeora la crisis económica podría abrir la puerta a más populismo o una reacción autoritaria en la región.
“Hay un verdadero peligro de un retroceso en la gobernancia democrática en la región”, señaló.
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(Reporte de Marcelo Rochabrun y Daniel Ramos en La Paz, y de Cassandra Garrison en Buenos Aires; Escrito por Adam Jourdan; Editado en español por Maximilian Heath)