REDACCIÓN
El empresario de la construcción, Lázaro Báez, se negó a declarar ant una investigación por supuesto lavado de dinero que sacó a luz un entramado de corrupción ligada a la obra pública durante la última década en Argentina, y que podría salpicar a la ex presidenta Cristina Fernández.
Báez, detenido el martes pasado, se negó a responder preguntas del juez federal Sebastián Casanello, quien dispuso su arresto, y le entregó al magistrado un escrito, confirmó a una alta fuente de la justicia que habló bajo condición de anonimato por no estar autorizada a declarar sobre este caso.
El empresario, dueño de la compañía Austral Construcciones, fue trasladado al penal federal de Ezeiza, a las afueras de la capital, donde deberá aguardar que el magistrado resuelva su situación procesal. Báez recibió grandes contratos de obras públicas durante los gobiernos de Fernández y su difunto esposo y predecesor, Néstor Kirchner (2003 a 2015).