ALMERIA, España (AP) — Un rincón del sur de España con un soleado cálido clima desértico envió el año pasado alrededor de 314.000 toneladas de frutas y verduras frescas a Gran Bretaña, donde los compradores están dispuestos a pagar más para tener productos fuera de temporada en sus mesas.
Los tomates, calabacines, sandías, pepinos y lechugas empiezan a brotar en la provincia de Almería, en el sureste de España, cuando en el norte de Europa quedan todavía semanas de frío y tiempo invernal.
Este es un negocio que cada año reporta millones de euros a los agricultores españoles, y la inminente salida de Gran Bretaña de la Unión Europea podría eliminar parte de esta bonanza.
Al reestablecer las fronteras con los 27 países que seguirán en la UE, el Brexit podría provocar largas filas de camiones en las aduanas mientras sus cargas se marchitan o pudren.
La perspectiva de que Gran Bretaña imponga aranceles a las importaciones y las volátiles tasas de cambio también hacen sonar las alarmas entre los agricultores, jornaleros y autoridades en la costa mediterránea.