TEHERÁN, Irán (AP) — Irán y Gran Bretaña parecían indicar el sábado que no buscaban una confrontación, un día después de que Teherán detuvo a un petrolero con bandera británica en el estratégico Estrecho de Ormuz, el principal escenario de las crecientes tensiones entre la República Islámica y Occidente.
Las autoridades retuvieron al Stena Impero para una investigación luego de una colisión con un barco de pesca iraní, según reportó la agencia noticiosa estatal, IRNA. La explicación evitó presentar el incidente como una venganza en medio de un ambiente de gran tensión.
En Londres, Tom Tugendhat, presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes, dijo que una acción militar para liberar al petrolero sería “extremadamente imprudente”, sobre todo porque, aparentemente, la embarcación fue llevada a un puerto bien protegido.
La detención del mercante británico es quizás la escalada más grave en la región desde que las tensiones entre Irán y Occidente comenzaron a aumentar en mayo. Estados Unidos anunció entonces el envío de un portaaviones y más soldados a Oriente Medio citando amenazas no especificadas procedentes de Irán.
Los últimos acontecimientos generaron inquietud en todo el mundo, y cada maniobra provoca el temor a que un malentendido o un paso en falso de cualquiera de las partes que pueda derivar en una guerra.
En un primer momento, el secretario británico de Exteriores, Jeremy Hunt, dijo que se habían incautado dos barcos en el Estrecho de Ormuz, el segundo con bandera de Liberia. El propietario de esta embarcación explicó más tarde que guardas armados subieron brevemente al buque, que finalmente pudo seguir su ruta.
Según la información publicada por IRNA el sábado, el petrolero británico chocó con una embarcación de pesca, a la que causó daños, y luego no respondió a las llamadas desde el barco más pequeño.
El barco de pesca informó a la Organización Portuaria y Marítima de Irán, que a su vez notificó a la Guardia Revolucionaria. De acuerdo con IRNA, los buques de la fuerza paramilitar dirigieron al Stena Impero a un puerto iraní para una investigación el viernes y la tripulación seguía a bordo según las normas de seguridad.
La empresa propietaria de la embarcación, Stena Bulk, dijo que a bordo había 23 tripulantes con nacionalidad india, rusa, letona y filipina, y que no había reportes de que ninguno estuviera herido.
Gran Bretaña ha tenido un papel destacado en las recientes tensiones con Irán. La Marina británica colaboró en la detención de un petrolero iraní el pasado 4 de julio en el territorio británico de Gibraltar, en la Península Ibérica.
Londres dijo que dejaría partir el barco si Teherán podía demostrar que no estaba infringiendo las sanciones de la Unión Europea a la venta de petróleo a Siria.
El gobierno de Gibraltar dijo el viernes que su Corte Suprema amplió por 30 días la detención del Grace, de bandera panameña, que transportaba más de 2 millones de barriles de crudo iraní.
La relación entre Irán y Occidente comenzó a tensarse cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, retiró el año pasado a Washington del acuerdo nuclear alcanzado en 2015 entre Teherán y las potencias mundiales e impuso amplias sanciones económicas al país, incluyendo a la exportación de petróleo.
Las sanciones han tenido serias repercusiones sobre la economía iraní.
___
Batrawy informó desde Dubái, Emiratos Árabes Unidos. El periodista de The Associated Press Gregory Katz en Londres contribuyó a este despacho.